Motivación

Cada uno tiene sus motivos o motivaciones para vivir, para trabajar, para estar alegre o para todo lo contrario.

No voy a lanzar un discurso sobre eso, pero sí voy a decir que las motivaciones las podemos elegir, las podemos cambiar, las podemos modificar para nuestra satisfacción personal.

Mi amiga y compañera Reme, al finalizar un curso sobre funcionamiento y gestión de AMPAS, leyó este escrito que, me gustó tanto, que le pedí me enviase una copia, y ahora me viene (con su permiso) que ni pintada para ilustrar lo que quería significar en cuanto a las motivaciones.

DE PROFESIÓN, MAMÁ

Un día fui a sacar el carné de conducir y el oficial que tomaba los datos me preguntó cual era mi ocupación.

No supe cómo etiquetar mi trabajo de "madre" y qué responder. Al percatarse de esto el oficial que tomaba los datos dijo "A lo que me refiero es a si trabaja usted o es simplemente un ama de casa".

"Claro que tengo un trabajo", le contesté, "soy una mamá".

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Todo el mundo necesita esa motivación diaria para afrontar los retos que se presentan. Los adultos y los menores. En ocasiones, nos encontramos en períodos de baja forma, en los que los biorritmos están en baja frecuencia, en que no vemos luz al final del túnel, y nos sentimos abatidos. Es normal. Son ciclos. Es como la noche y el día.

Y para motivaciones, el discurso de Serrat.