Gdansk, Varsovia... Polonia
He tenido una de las experiencias más gratificantes de mi vida. He estado visitando a mi hija en Varsovia, Polonia. Ha sido gratificante por doble motivo: hacía casi cuatro meses que no nos veíamos en persona, que no nos abrazábamos, que no nos mirábamos a los ojos, esos ojos castaño oscuro que definen la calidez y la firmeza de su carácter, la sensibilidad de su fuerte personalidad. ¿Será pasión de padre?
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El caso es que el marco en el que nos hemos vuelto a ver no podía ser mejor. Varsovia, y Gdansk (ciudad junto al mar Báltico, al Norte de Polonia, donde vive la familia de su novio) son tan singulares, tan bonitas, tan diferentes de lo que tenemos por aquí por España que no he dejado de estar admirado.
Gdansk y su zona de influencia (Gdynia y Sopot) forman una Triciudad (Trójmiasto), un único organismo urbanístico aunque cada una con su propio estilo. Tuvimos suerte y el sol lució magnífico durante los tres días que disfrutamos de su gastronomía, sus monumentos, sus playas y sus parques. La gente es de fisonomía especialmente bella y atractiva, de nariz grande y recta y bellos ojos claros, entre verdes y azulados. Muy discretos, contrastan con nuestro escandaloso parloteo a voz en grito.
De toda esta experiencia, del trato con la familia de Gdansk y del resultado que le está dando a mis hijos el haber salido al extranjero a practicar idiomas, me resulta el convencimiento de que es muy importante potenciar la enseñanza y la práctica del inglés, como mínimo, para que la gente de nuestro país no quedemos en desventaja a la hora de convivir y competir con los países de nuestro entorno. El sitema de enseñanza de idiomas vigente en España es, a mi parecer, insuficiente para aportar a los alumnos habilidades comunicativas en inglés. Es necesario, en mi opinión, más tiempo dedicado a la práctica, a hablar y escuchar hablar en ese idioma, o en otros, para que, llegados al período universitario o a los ciclos formativos de grado superior, tengan ya asumidas esas habilidades comunicativas, aunque no sean expertos en gramática y sintaxis.
Salir al extranjero está muy bien, y ayuda mucho en la comprensión del pensamiento foráneo, pero no todo el mundo tiene, por uno u otro motivo, oportunidad de estar largas temporadas fuera de nuestro país, por lo que se hace necesario reforzar esa práctica en el ambiente educativo nacional.
De cualquier modo, es interesante aprovechar las oportunidades que las distintas administraciones ofrecen a través de la becas para estudiantes de Bachiller y universitarios.
He aquí algunas fotos. Espero que os gusten.
3 comentarios:
¡Cómo te envidio Claudio! Siempre he dicho que el único dinero del que uno no se arrepiente jamás haber gastado es el de los viajes. Si además ha sido a un gran país como Polonia y con tan grato reencuentro familiar, ya me imagino todo lo demás.
Mi hermana ha estado un par de veces allí y habla maravillas de la gente, de las ciudades, de todo. Yo tenía previsto hacer una escapada para el verano próximo con unos amigos y espero que no se estropee.
Saludos.
Bienvenido a España de nuevo. ¡Algunos ya echábamos de menos tus entradas al blog! Gracias, como siempre por tu espíritu didáctico. Con esta entrada nos acercas a un mundo desconocido para muchos. ¡Enhorabuena por la experiencia!
Me alegro de que te gustara tanto :D
Para mi también fue muy especial!
¡Gracias por venir!
PD: Definitivamente, si no se habla no se puede conocer una lengua.
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