Motor de búsqueda personalizada

Búsqueda personalizada

Resultados de Búsqueda personalizada

Para contactar conmigo:

Aquí puedes enviar tus aportaciones, noticias, ideas. Son bienvenidas. guisaet@gmail.com


viernes, 18 de junio de 2010

Saramago y la selectividad, contrastes para un mismo día

Hoy, que quería celebrar que más del 96% del alumnado alicantino que se ha presentado a las pruebas de selectividad, han aprobado; que, en el caso del Instituto Nou Derramador, al que pertenecen mis hijos, ha sido el 100% de los 31 que se han presentado, hoy nos ha dejado un referente de la literatura Ibérica y mundial.

Es un día de contrastes. José Saramago era ya bastante mayor --87 años-- y en cierto modo no debe extrañarnos su fallecimiento. Pero todavía estaba en plenas facultadoes para seguir deleitándonos con sus escritos, con sus ideas llenas de buena salud y de de equilibrada crítica. Precisamente, el año pasado publicó su última obra, "Caín".

No voy a hacer aquí ningún panegírico sobre él, bastante información hay en la red para que yo la reitere. Pero no quiero dejar de hacer un pequeño homenaje a este hombre que tanto ha dado a la humanidad desde la humildad del que sabe.

Del mismo modo, también deseo felicitar a todos los alumnos que han trabajado duro durante el curso que ha finalizado y han recogido el fruto de ese trabajo. A los que no han conseguido buenos resultados, quiero animarles a que no se rindan, a que se motiven, busquen ayuda, trabajen duro y confíen en sus posibilidades: todo trabajo da sus frutos.

Gracias a Saramago, y enhorabuena a los buenos estudiantes.

1 comentario:

Basseta dijo...

Yo también me hice eco de esta lamentable pérdida y jamás me iba a imaginar que el Vaticano arremetiese contra Saramago a las pocas horas de su fallecimiento (no han respetado siquiera el duelo). Curiosamente, lo acusan de "antirreligioso", como si fuera el único. Yo creo que los arzobismos son cobardes e ignorantes.
Cobardes, por no haber tenido agallas para hablar de Saramago cuando estaba vivo y se podía defender (le tenían miedo) e ignorantes por no saber ver que Saramago sigue vivo entre nosotros.