El miedo
Todos hemos experimentado el miedo y sus efectos, ¿no es cierto? Tal vez, ahora nos reímos de ello, pero en algún momento lo hemos pasado mal.
El miedo es un sentimiento, una emoción, que tiene su raíz en los mecanismos de defensa y prevención instalados genéticamente en todos los organismos vivos. Es por lo tanto útil en tanto se someta a la racionalidad, al sentido común.
Ese sometimiento, esa "doma" del miedo, se realiza en las etapas infantiles, cuando el individuo comienza a experimentar y a sufrir consecuencias por sus imprudencias. La labor de los padres en esas etapas es fundamental. Formar el carácter para permanecer serenos en momentos críticos depende de nuestra propia actitud en momentos similares, y no vale despreciar el miedo o lo que lo motiva, porque eso equivale a esconder la cabeza, sino que lo correcto es valorar, en la medida de lo posible, el peligro real que pueda haber.
En cada edad, se puede soportar un nivel diferente de intensidad de estrés por miedo.
Hay películas infantiles, como "rebelión en la granja", que pueden ser adecuadas para un niño de dos o tres años, si está acompañado de un adulto que le libere de esa tensión dándole esperanza de que todo se solucionará, al final.
Todos recordamos los numerosos casos de ansiedad infantil y de miedo irracional que experimentaron no pocos niños al visionar los capítulos de la serie de "Marco", basada en el cuento "De los Apeninos a los Andes", del libro "Corazón, diario de un niño", de Edmundo de Amicis. En esta serie se somete a un excesivo estrés a los niños de cuatro a seis años causándoles graves episodios de angustia.
No obstante, si se está atento a las emociones de nuestros hijos, podemos ayudarles a gestionarlas adecuadamente.
La pregunta es, ¿sabemos hacerlo nosotros?
Nasrudín estaba caminando por un camino solitario una noche a la luz de la luna cuando escuchó un ronquido, en algún lugar, que parecía estar abajo suyo. De repente, le dio miedo y estaba a punto de salir corriendo cuando tropezó con un derviche acostado en una celda que se había excavado para él, en parte subterránea.
1 comentario:
Hola Claudio, hace unos días estuve hablando con una persona que me recomendó un libro titulado:"La anatomía del miedo" de Jose Antonio Marina, editorial Anagrama.
No he llegado a comprarlo pero a raíz de este encuentro estaba, casualmente, reflexionando sobre este tema y ahora leo este artículo en tu blog.Es un tema amplio y muy profundo que nos acompaña todo nuestra vida.La educación y las experiencias vividas son sin duda determinantes de nuestra relación con el miedo.
El miedo es tan complejo y con tantos matices que habría que prestarle mucha atención para transmitir a nuestros hijos y alumnos un sentimento equilibrado, como comentas, al respecto. Es una tarea difícil pero muy interesante. En los colegios se vive el miedo a los exámenes, a ser aceptado por los compañeros, a los castigos verbales o a veces psicológicos , a no tener tiempo de jugar porque se tienen obligaciónes con los deberes y estudios...esto crea ansiedad en los niños...ansiedad cercana al miedo o producida por él.Yo creo que mientras que existan dosis considerables de "miedo" en los niños y jóvenes, los adultos debemos seguir cuestionándonos qué transmitimos y cómo lo hacemos...Menudo campo de trabajo..
Sigamos buscando ...respuestas
Un abrazo
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