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sábado, 17 de abril de 2010

¿El huevo o la gallina?


Mi buen amigo Basseta, en su última entrada hace una reflexión sobre el preocupante camino que lleva la imagen de los políticos en España. Cada día surgen en los medios informativos nuevos casos de corrupción o de presunta corrupción, de detención de personalidades políticas, de investigaciones policiales sobre apropiación de dinero público, tráfico de influencias, y otros variados delitos relacionados con malas prácticas políticas.

¿Cuál es la raiz de todo esto? Da en el clavo Basseta cuando dice que la clase política es un reflejo de la sociedad de la que surge y a la que sirve. Si de un corral donde hay gallinas blancas y gallinas coloradas, se realiza un muestreo al azar, los indivíduos de la muestra reflejan la realidad de la totalidad del corral. Con los políticos no iba a ser menos.

En una sociedad en la que, cada vez más se van diluyendo los principios y valores de honradez y honestidad sin condiciones, donde mentir es considerado como algo normal y útil para mejorar la situación social del indivíduo, cuando el "tanto tienes, tanto vales" se ha asentado en el trono del ránking de valores humanos y sociales, no podemos esperar que los lugares de poder sean ocupados por otros que no sean una muestra real de nuestra sociedad.

Pregunta mi amigo en su artículo de qué manera se puede cortar esa pescadilla que se muerde la cola, ese ciclo en el que las personas llegamos a poner los valores en el ránking. Yo creo que no hay otro modo mejor que a través de la Educación. Es por medio de la educación que las sociedades avanzan. Sea hacia donde sea que avancen. Hacia adelante, si es una buena educación. Hacia atrás si la educación es mala.

Y, ¿quienes son los responsables de la Educación? Toda la sociedad, toda la tribu. No hace falta que redunde aquí lo que se ha dicho hasta la saciedad. Todos y cada uno de los indivíduos de la sociedad es responsable, en la medida de su grado de responsabilidad en la misma, de la educación del resto de los individuos que la conforman.

En el seno de la familia, son los padres y el resto de familiares los responsables de la educación de los jóvenes. Es su ejemplo el que determina el camino que seguirán sus descendientes.

En el ámbito escolar, es el profesorado el que asume la mayor parte de esa responsabilidad. Y en el resto de lo ámbitos -el audivisual, el social, el laboral, el deportivo, el político, el religioso, etc.- son las personas que ejercen las respectivas funciones, las responsables de esa parcela educativa.

Es cierto, pues, que hace falta un trabajo de introspección, de búsqueda en nuestro fuero interno, si nos queda un resto de esos valores que exigimos en los demás para ofrecerlo nosotros mismos a la sociedad, a nuestro entorno personal.

Todo lo que no sea esto, es hipocresía.

1 comentario:

Basseta dijo...

Gracias Claudio por hacerte eco de mis reflexiones y sobre todo ahora, con la que está cayendo.

Acabo de llegar de la Font Roja, donde he asistido a una convención programática de EUPV sobre Medio Ambiente y Territorio. Uno de los ponentes hablaba de "movilidad sostenible", de cómo nos hemos dejado robar espacio por los coches, de cómo las ciudades ha perdido los espacios para jugar, las zonas verdes, etc., etc.

¿Y sabes cual era la conclusión de uno de los asistentes? Que había que empezar por la educación, que si se quiere cambiar un poco a la sociedad, hay que empezar por la educación. Los niños de hoy son los ciudadanos de mañana y serán lo que les hayamos enseñado.

Un abrazo.