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martes, 12 de octubre de 2010

La suerte, buena o mala

El concepto de la suerte ha estado en nuestra mente, o en nuestra cultura, desde siempre. Es decir, desde que tenemos constancia. Cuando ocurren cosas que no tienen una causa clara y definida, lo atribuimos a la causa de las causas: la suerte o, para los muy creyentes, los designios divinos. Esta última forma de "suerte", es la más terrible, ya que vincula lo que nos pasa a la, en apariencia, caprichosa voluntad de alguien a quien no acabamos de identificar ni comprender.

En realidad, la suerte es una válvula de escape para nuestra psique, para que nuestro Ego no sienta la abrumadora presión de su propia responsabilidad en todo lo que acontece a su alrededor, y en su propio interior.

En realidad, todo lo que sucede en este Universo tiene una causa, o más bien un conjunto de causas, de las que es efecto. Todas nuestras decisiones, todos nuestros actos, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras palabras, nuestros gestos,... tienen trascendencia, tienen efecto en nuestro entorno y en nosotros mismos.

Es complicado estar atentos de forma constante, tratando de ser lo más correctos, de reaccionar de forma lógica y justa ante los estímulos exteriores e interiores. Es difícil discernir en todo momento qué es lo mejor para nosotros y para nuestros familiares y amigos, para la Humanidad entera, sin correr el riesgo de enloquecer o enfermar si forzamos al máximo nuestro nivel de atención.

Por eso es tan útil el concepto de la suerte. Sin embargo no debemos dejarnos engañar: en realidad no existe. Muchos de los errores que cometemos, muchas de las decisiones equivocadas que tomamos, vienen motivadas por el miedo. Sobre todo por el miedo irracional. La prudencia, la precaución, la prevención, son útiles. Pero cuando se sobrepasa el umbral de la razón, se convierten en miedo.

NO TENGAMOS MIEDO.


domingo, 6 de septiembre de 2009

TU TIENES EL RELOJ, YO TENGO EL TIEMPO


Un amigo ha enviado a mi correo esta entrevista a un tuareg, realizada por VÍCTOR-M. AMELA a:MOUSSA AG ASSARID.

La transcribo aquí, porque me parece que encierra un interesante mensaje. Cada cual encontrará el apropiado para sí mismo.

No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

- ¡Qué turbante tan hermoso...!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.

- ¿Por qué?

- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante. ...

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda...

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien... Me enseñó a ser yo mismo.

- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia...

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...

- Fascinante, desde luego...

- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...

- Qué paz...

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo

Las fotos son de Tom Claytor

domingo, 27 de julio de 2008

¡Siente, sólo siente!


Sólo siente tu corazón latir, sólo siente como está presente el ritmo del corazón de la Tierra
y siente cómo te unificas al ritmo del corazón de los demás a través de la respiración.
Ábrete a sentir el corazón del humano... A sentir lo que estamos viviendo en estos tiempos...
Ábrete a sentir a la Tierra y lo que ella siente en estos momentos.

Ábrete a sentirte a ti mismo... Estando conectado con los pies en la Tierra.
En este tiempo no se trata de meditar en otros planos, en este tiempo tu presencia es
necesaria aquí, por eso tienes un cuerpo... Por eso tienes una voz ...
Porque necesitamos escucharla...porque te requerimos en este plano y en esta Tierra...
Porque la Tierra requiere de tu presencia.

Sólo siente... Percibe... Unifícate con la conciencia del Todo... Mas con los pies en
la Tierra. Sintiendo la energía, que vibra en tus pies en contacto con ella,
sintiendo tus órganos sexuales, sintiendo la parte de ser Madre de esta
Tierra y de todos los seres humanos aquí contenidos. Un gran vientre y la
Tierra es tu vientre... La Tierra eres tú y la Tierra está en ti contenida.

Eres el Todo y el Todo está en ti contenido. Los seres humanos que en el
externo se encuentran, esos seres también moran en ti porque tú eres El Todo.
La lucha que está en el externo, es una lucha que mora entre tu cuerpo, tus emociones
y tus pensamientos, es una lucha entre la luz y la oscuridad.

Siente tu energía en el poder personal, siente cómo te sabes divino,
te sabes criatura de Dios en un cuerpo. Visualiza el color dorado en el plexo solar,
percibe cómo es más grande el valor que el miedo... Es más grande tu seguridad
que la duda de los demás... Es más grande tu intuición de saber
que hoy contactas con el Todo...


Siente el corazón latir... Es el corazón de la Tierra y es el corazón del Humano.
Visualiza el chakra del corazón cómo se abre... Siéntelo palpitar y siente cómo
tu canto se une con el Todo. Unifica el corazón del humano con tu canto...
Unifícate a ti mismo y sana todo aquello que el dolor que en ti existe.

Siente cómo la Gran Madre arrulla a los seres humanos que contienes en tu vientre,
cómo arrullas a la Tierra... Cómo vuelves tú a la Tierra al ritmo de expansión...
Pausa... Contracción... Pausa... Expansión.

Cómo estas ondas y esta vibración las emanas a los seres humanos que en ella
se encuentran, para que vuelvan a retomar su ritmo, a saberse quiénes son
en esencia y en conciencia.

Hay dolor, pero en este tiempo no tocarás el dolor porque es más grande el AMOR
que mora en ti. Les venimos a apoyar con vibraciones de Luz y Amor.
No es tocando el dolor de aquellos seres que en dolor se encuentran, como ayudarás,
sino es elevando tu vibración...
Y por añadidura se elevará la de los demás en Amor.

¡Ama, ser humano, y perdona! Como alguien hace tiempo, alguien que por amor
perdonó a aquellos quienes le lastimaron. De la misma forma perdona y emana
el perdón a esta Tierra. Es la vibración que ahora se necesita; mas para emanar,
primero acepta que vives la ira y el resentimiento. Entrégalo a ese ser poderoso
y deja que él lo disuelva, y tú solo perdona.. Perdónate a ti y perdona a tu hermano
y así vibra esta energía a la Tierra. Vuelve así a la frecuencia de arrullo a la Tierra,
a los seres humanos que en tu vientre se encuentran, ámales no importa cómo lo hagas,
Ámales... Son parte de ti, son tus hijos, son tu creación. Ámales, que es la fuerza del amor
que vence a la ira en esta Tierra.

Ama porque tienes amor, y si dudas que lo tienes, deja que Él ame a través de ti.
Entrégale tu corazón y siente como lo limpia, lo purifica, lo esculpe, llenándolo de amor,
ternura, sensibilidad. No te cierres a sentir, ya que es a través del corazón que el ser
contacta con su Cielo y cómo los espíritus contactan con la Tierra.

Recuerda, el corazón es el puente entre el espíritu y la materia. ÁBRETE SER HUMANO, AMA,
ÁMATE A TI MISMO y por ende AMA A TODOS aquellos que comparten contigo,
ama porque eres bendito.
Ábrete... Entrégate... Es el amor lo que hace falta en esta Tierra.

Sólo arrulla a tus hijos y devuélvelos a la misma vibración del Universo...
Arrulla sus corazones, y si no tuvieron suficiente amor de sus padres o del medio
que los rodeó... Hoy tú les emanas ese amor... Acaríciales su corazón... Purifícales su alma...
detén su mente que destrucción crea en este tiempo.

Que sea, pues, el corazón lo que domine en esta Tierra... ¡Basta ya de la razón! ...
No más razón... ¡Que el hombre se abra al amor más allá de la razón!...
¡Que el hombre bendiga estar en esta Tierra!

Que el SER HUMANO abrace tanto aquél que ama como aquél que no ama.
Ama aquello que en ti te disgusta... Ama tu sombra... Ama tu oscuridad...
No lo niegues... Ama aquello que te disgusta de los demás... Ama a los seres
que te desagradan... Ama.. Perdona...
Libera y vuelve al arrullo de la madre a los seres de esta Tierra.

Y en ese arrullo se eleven las almas de los seres humanos cuyos cuerpos
dejaron en esta Tierra... Que vuelvan a la conciencia divina... A saberse
que no solo son materia... Vuelvan a la luz a donde pertenecen.

Visualiza todos estos seres que dejaron sus cuerpos dirigiéndose a la Luz...
Desconectándose de sus seres queridos... Aceptando que ya no tienen un cuerpo...
Rompiendo los cordones con quien les une en esta Tierra...

Sabiendo que es tiempo de partir... De irse... Vuelen... Vuelen, y los seres
que están en esta Tierra les permiten partir en paz y luz.
Luz y amor en el corazón de aquel que vive en dolor porque alguien amado parte...
Porque deja este plano...

Luz y Amor a los seres que permanecen en este plano, para que encuentren otra
forma de comunicarse con los espíritus de sus seres amados más allá del cuerpo.

Visualiza a la Tierra envolviéndola en una energía dorada, así a todos los seres
humanos que en ella habitan. El dorado es el color de la conciencia divina.

Que los seres humanos que están en esta Tierra se sepan en conciencia divinos,
que no luchen , que no se agredan, porque en ello se agreden a ellos mismos.
Que se amen... Sagrada es la vida... Sagrada la existencia... Es un regalo divino...
Hoy la energía dorada bañe todas estas almas y la Tierra.
También tu cuerpo y tu conciencia.

Ves ahora la importancia de estar en este plano...
Sirves de puente entre el Cielo y la Tierra.
No dudes de lo que sucede en el externo, solo en ti sumérgete
y desde allí ama, empezando por tu cuerpo y empezando por ti mismo,
sea el amor pues, más grande que el dolor en esta Tierra...
En este tiempo... Para que reconozcas aquí tu lugar y ésta tu existencia.

Siente la energía en todo tu cuerpo, siente como tu centro es la Tierra y siente
como en él fluye la energía divina... Cómo se bombea sangre divina y recorre todo
tu cuerpo recordando que es divino... Lleva tus manos a cualquier parte de tu cuerpo
donde haya desarmonía y siente cómo fluye en él la energía. Siente la energía fluir
en ondas, en ciclos y reconoce en ti el poder de sanarte y unificarte.

Por último unifica tu cuerpo, con tu mente, tus emociones con tu espíritu y desde
este punto emana conciencia divina al corazón de los seres humanos en esta Tierra.

Meditación encontrada en Holística2000
Las fotografías son de NuriArt

jueves, 14 de febrero de 2008

El secreto


Algunas personas piensan que no hay motivos para ser optimistas, positivos. Confieso que en ocasiones yo también lo pienso. No obstante, estoy convencido de que no es el entorno quien tiene que cambiar, tampoco tiene que cambiarme a mí. Esa labor es mía. Yo soy quien tiene el poder.

Poder para cambiar mi actitud. Para cambiar mi visión de mí mismo y de los demás. Para esforzarme en ver lo mejor de mí mismo y de los demás. De dar mi energía a lo más valioso de mí y de los demás.

Entiendo que es la única manera de disipar el negro humo que se empeñan ciertas "fuerzas oscuras" en infundir en mi ánimo y en el de los demás.

Esto no quiere decir que cierre los ojos y no vea ese negro humo, las cosas que causan dolor y confusión en mí mismo y en los demás. Quiere decir que no voy a darles la fuerza de mis sentimientos, de mis pensamientos, de mis actos. Esa fuerza la reservo para las cosas buenas que hay en mí y en los demás.

Voy a empeñarme en ver y dedicar mis sentimientos a las buenas noticias, a los logros, a las generosidades, al altruismo, al amor y a la bondad que, naturalmente, anida en mí y en los demás.

Tal vez esté loco. Pero, en un mundo de locos, el más loco es el más cuerdo.
De todas formas, con esta locura quizás sea más feliz que con la "otra". ¿No estáis de acuerdo?

Gracias, Robert.



lunes, 11 de febrero de 2008

Cuentos, mitos y leyendas


La Paz Perfecta


Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas lo intentaron...

El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo.
Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio de del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... la paz perfecta.

Cuál crees que fue la pintura ganadora?


El Rey escogió la segunda. ¿Sabes porqué?

“Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."


Así, pues, os deseo Paz.