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jueves, 5 de enero de 2012

La Luz del mundo

Siempre es aconsejable mantener la serenidad y el aplomo suficientes para ser dueños de nosotros mismos. Ser dueños de nosotros mismos...

La mente es el rey de los sentidos, es la que nos puede permitir lograr lo que nos propongamos, es el motor de nuestro SER. Es una herramienta. Una herramienta que tiene que estar en perfectas condiciones para realizar su trabajo.

Lo que más afecta a la mente son los sentimientos, las emociones, las pasiones. Unos son como el aceite, otros son como la herrumbre. Unos facilitan la acción de la mente y los otros la entorpecen.

En torno nuestro hay mucha oscuridad mental, y también hay personas que con su Luz iluminan nuestro camino. ¡Que suerte cuando las encontramos!


ESTÁ EN NOSOTROS SER LUZ...




Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo.
Entonces, le dice: 
-¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves..
Entonces, el ciego le responde: – Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi…



No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.



Tenemos en el alma el motor que enciende cualquier lámpara, la energía que permite iluminar en vez de oscurecer…
Está en nosotros saber usarla.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Y tú ¿quién eres?

Estoy leyendo un libro de Eduardo Punset. Hoy en día todo el mundo conoce a Eduardo Punset, gran divulgador científico que dedica gran parte de su vida a la indagación y divulgación de los últimos avances cintíficos y tecnológicos, intentando relacionarlos entre sí para lograr una integración de todos ellos con la finalidad de que sirvan para responder a las verdaderas necesidades de todo ser humano, de las cuales una las engloba a todas: la felicidad.

El libro se titula Cara a cara con la vida, la mente y el Universo, conversaciones con los grandes científicos de nuestro tiempo. Fué escrito en 2004, y la edición que estoy leyendo es de 2005, del Círculo de Lectores.

Me parece magnífica la labor de Eduardo como divulgador de estos conocimientos, además de sus otras facetas en el mundo de la política y la economía, especialidad en la que es máster por la Universidad de Londres. Se licenció también en Derecho por la Universidad de Madrid. Podéis leer su biografía en su blog.

A través de la lectura de sus libros y las veces que veo su programa de televisión Redes, me da la impresión de que busca en las conversaciones con los científicos un atisbo de cambio de postura que contemple al ser humano como algo más que células, átomos, reacciones químicas y complejos mecanismos que originan energías, pero me doy cuenta de que todavía hay reticencias a considerar al ser humano como algo mucho más trascendente, más sencillo y fácil de comprender: como una energía que utiliza la materia para expresarse y desarrollarse en un mundo material como éste.

Buscan los científicos el origen de las habilidades humanas en las etapas del desarrollo del cerebro, en si las necesidades del hombre o de las demás especies fueron las que originaron los cambios y avances, mostrando su perplejidad por las peculiaridades que se evidencian en el caso de la especie humana. Para conciliar sus inteligencias buscan causas hipotéticas que puedan encajar en los efectos que se observan, y sin embargo parece que descarten, de entrada, la explicación más sencilla.

¿Que pasará cuando se demuestre que el ser humano, y tal vez los demás seres vivos del planeta, son ante todo energía? ¿Y que, como todos sabemos ya, la energía no se destruye? ¿Somos realmente de este mundo, o fuimos trasplantados en él por algún motivo hace sesenta millones de años?

Se investigan los sueños, la psicología humana, el mundo de las emociones, se llega a la conclusión de que la conciencia transforma la materia... falta muy poco para que se dé el paso de aceptar que todo es energía, incluso nosotros, y que somos entidades energéticas en desarrollo, con potencialidades latentes sólo aceptadas en las fábulas y mitologías, pero que algunos seres humanos han experimentado a lo largo de nuestra historia. Algunas de estas potencialidades ya se estudian en laboratorios y sus conclusiones no son divulgadas en los medios masivos. Tal vez no convenga todavía, en opinión de los que tienen el poder de decidir en estas cosas.

En todo caso, esta es mi opinión, basada en lo que mi sentimiento y mi intuición ven como más razonable tras haber escuchado lo que sobre el tema dicen y han dicho los que han destacado a lo largo de la Historia de la Humanidad.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Cuando leer es un placer

Con cierta frecuencia he hecho referencia en esta bitácora de la importancia que tiene la lectura en el desarrollo de nuestra personalidad.

Sin embargo, el acercamiento a ese mundo puede ser un fracaso si no se hace con naturalidad. Eso y que no todo el mundo piensa y siente lo mismo con respecto a los libros.

Para leer ya no hace falta comprar libros, o por lo menos no en el sentido tradicional del libro físico de papel adquirido en una librería. Hoy se lee mucho en Internet. Este mismo blog ha sido creado con la esperanza de que cierto número de personas lean de vez en cuando lo que aquí se escribe.

Para ser un buen lector es preciso formarse bien en la actividad lectora. Eso se consigue mediante una adecuada educación. Lo normal es que esa educación se reciba en la escuela, que el profesor o profesora de Literatura sienta la suficiente pasión por su trabajo y por la materia que imparte, como para transmitir los fundamentos de la literatura de calidad y las formas de distinguirla.

Cuando me inicié en la lectura, era yo muy niño. Recuerdo que estaba en el parvulario, lo que hoy se llama Educación Infantil, cuando la monja que atendía mi grupo me hacía leer ante mis distraidos y juguetones compañeros algunos cuentos de los que no guardo memoria. Recuerdo mi extrañeza de que ella se maravillara por algo que a mí me parecía de lo más natural. El caso es que me gustaba leer y, además, quería entender lo que leía. Si algún libro no lo entendía, lo dejaba hasta que encontraba otro que me gustara. Más tarde, descubrí los diccionarios y buscaba en ellos las palabras que no entendía.

Cierto es que entonces no había muchas más distracciones en los días lluviosos y fríos del invierno y eso facilitaba las cosas. Pero llegó a ser una necesidad vital tener algo nuevo que leer, sobre todo relatos de aventuras, viajes, biografías, etc.

Es importante no perder de vista que en literatura, como en música, no toda es buena. Leer literatura de calidad es lo que da las herramientas necesarias para discernir el grano de la paja. Y es ahi donde juega un papel fundamental la familia y la Escuela.

Cada día es más frecuente encontrar grandes faltas de ortografía en los medios de comunicación físicos, y no digamos en los digitales. Cada día es más frecuente encontrar usos inadecuados del verbo "haber", usado en vez de la acepción "a ver". Eso denota una falta de comprensión del lenguaje, de las palabras y de su apropiado uso.

Leer es un placer cuando se hace con gusto. Y se hace con gusto lo que da placer.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Algunas historias de "El loco"

Hay un viejo adagio que dice que "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas." Conocí este proverbio en mis años de juventud y caló en mí profundamente. No obstante, a veces se me olvida y digo algunas tonterías innecesarias.

Es por eso que, a veces, paso algún tiempo sin insertar nada en esta bitácora. Son momentos en los que estoy en proceso de digestión interna, de procesos personales de cambio, de momentos en los que se requiere de la quietud del silencio para no incurrir en errores mayores y para dejar madurar el fruto de mi Ser.

Sin embargo, no todo tiene que salir de mis labios o de mis manos. Siempre ha habido buenos pensadores, buenos filósofos y escritores que, antes que nosotros, han dicho cosas útiles y buenas que sirven de inspiración y aliento a los que miramos también hacia dentro.

En esos años de juventud, hubo un filósofo que me impactó: Gibran Khalil Gibran. Y un libro suyo lleno de pequeñas historias que hacen vibrar la parte más profunda de nuestro ser: "El Loco", del que ya inserté un par de narraciones anteriormente.

Me apetece compartir con vosotros algunas historias más.

Los dos sabios.

EN LA ANTIGUA CIUDAD de Afkar vivían dos sabios. Cada uno odiaba y despreciaba la sabiduría del otro, porque uno de ellos negaba la existencia de los dioses y el otro era creyente.

Los dos se encontraron un día en la plaza pública en medio de sus discípulos, y comenzaron a disputar y argumentar sobre la existencia o inexistencia de los dioses. Después de horas de discusión, se separaron.

Aquella noche, el incrédulo fué al templo y se postró ante el altar para implorar perdón a los dioses por sus errores pasados.

Y a la misma hora, el otro sabio, el defensor de los dioses, quemó sus libros sagrados porque había abrazado el ateísmo.


La zorra.


UNA ZORRA miró su sombra al amanecer, y dijo: "Hoy preciso un camello para almorzar."

Y pasó toda la mañana buscando camellos. Pero al medio día volvió a ver su sombra, y dijo: "Con un ratón me bastará."



El perro sabio.

CIERTO DÍA UN PERRO SABIO pasó cerca de un grupo de gatos.

Al aproximarse y ver que estaban muy entretenidos y no se habían dado cuenta de su presencia, se detuvo.

En ese momento, un gato grande y serio se levantó, miró a los demás, y dijo:

--Orad, hermanos; y cuando hayáis rezado y vuelto a rezar, y no tengáis dudas, entonces, en verdad lloverán ratas.

El perro, al oir estas palabras, se rió en su corazón y se alejó diciendo:

--¡Ah, gatos ciegos y locos! ¿Acaso no está escrito y no lo he sabido yo y mis antepasados antes de mí, que lo que llueve a fuerza de oraciones, fe y súplicas, no son ratas sino huesos?

viernes, 12 de junio de 2009

¿Qué está pasando?

Es la pregunta que me hago cada vez que oigo noticias como la que ocupa estos días las portadas de todos los periódicos del mundo, de los noticieros televisivos y radiofónicos, de las tertulias de bares, cafés y plazas públicas.

¿Qué está pasando para que en un mundo en plena crisis se pagen 96.000.000 de Euros por un futbolista? Un mundo donde tanta gente está pasando verdaderos apuros para sobrevivir, y no estoy hablando de gente de países lejanos, sino de vecinos nuestros, de personas que han perdido el empleo y están entrampados con hipotecas y otro tipo de gastos a los que repentinamente no puede hacer frente. Frivolizar de esta manera con el dinero, con la energía social y económica es tan vergonzoso como regar el césped de un campo de golf en medio de una zona con racionamiento de agua.

Es como pisotear la comida frente a la gente que se muere de hambre.

Tal vez, este jugador no sea responsable directo de ésto, pero su imagen irá ligada siempre a esta paradoja, a este despilfarro.

No sé, yo creo que estamos asistiendo a un momento crucial en la degradación y confusión de los valores característicos de la humanidad. Esto no puede durar mucho tiempo más. Porque, o cambiamos o nos veremos forzados a cambiar.

Es mi opinión, y espero no ser un bicho raro. Sería muy triste.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Volver a verse


Anoche estuve con los viejos amigos de toda la vida cenando en lo que se está asentando como una sana costumbre: la cena de Navidad entre amigos.

Al igual que en las empresas se cierra el ciclo anual con la cena de Navidad, donde se repasan los acontecimientos, se ríe, se llora, se ponen de manifiesto las ilusiones y las frustraciones, también en el trancurso de la vida hay momentos para la valoración de la propia vida, mirar hacia atrás y comprobar que, a pesar de todo, hemos recorrido un trecho, hemos vivido, acumulado experiencias de las que podemos sacar enseñanza.

Una de esas conclusiones a las que uno puede llegar es que todo pasa: el dolor y la alegría, la salud y el malestar, se cumplen ilusiones (o no) y nacen otras, apropiadas a la propia realidad. Pero lo que siempre queda es uno mismo, la conciencia que indica en qué no hemos sido honestos con nosotros mismos y en qué hemos acertado. Y se puede apreciar mejor cuando se ven las cosas con la perspectiva de la visión de la experiencia de los amigos, de los familiares, de los conocidos.

Todo se reduce a "triunfar". Sólo que no sabemos muy bien en qué debemos basar ese triunfo para que sea real y no ficticio. Porque si lo basamos en la posición social, es verdad que alimenta y satisface la propia vanidad. Pero es un éxito ficticio porque puede acabar de pronto ese éxito por cuestiones ajenas nosotros. Prueba de ello la tenemos en el varapalo económico actual.

Si lo basamos en el poder político o económico, también se demuestra que es efímero...

Así es que, por ahora el éxito que más puede resultar duradero es el de la propia construcción como ser humano equilibrado, disciplinado, y emocionalmente estable.

¿Cómo se consigue eso?

Bueno, ahí está el quid de la cuestión.

Si alguien lo sabe, que lo diga.

Aunque, la verdad es que se ha dicho hasta la saciedad...

domingo, 27 de julio de 2008

¡Siente, sólo siente!


Sólo siente tu corazón latir, sólo siente como está presente el ritmo del corazón de la Tierra
y siente cómo te unificas al ritmo del corazón de los demás a través de la respiración.
Ábrete a sentir el corazón del humano... A sentir lo que estamos viviendo en estos tiempos...
Ábrete a sentir a la Tierra y lo que ella siente en estos momentos.

Ábrete a sentirte a ti mismo... Estando conectado con los pies en la Tierra.
En este tiempo no se trata de meditar en otros planos, en este tiempo tu presencia es
necesaria aquí, por eso tienes un cuerpo... Por eso tienes una voz ...
Porque necesitamos escucharla...porque te requerimos en este plano y en esta Tierra...
Porque la Tierra requiere de tu presencia.

Sólo siente... Percibe... Unifícate con la conciencia del Todo... Mas con los pies en
la Tierra. Sintiendo la energía, que vibra en tus pies en contacto con ella,
sintiendo tus órganos sexuales, sintiendo la parte de ser Madre de esta
Tierra y de todos los seres humanos aquí contenidos. Un gran vientre y la
Tierra es tu vientre... La Tierra eres tú y la Tierra está en ti contenida.

Eres el Todo y el Todo está en ti contenido. Los seres humanos que en el
externo se encuentran, esos seres también moran en ti porque tú eres El Todo.
La lucha que está en el externo, es una lucha que mora entre tu cuerpo, tus emociones
y tus pensamientos, es una lucha entre la luz y la oscuridad.

Siente tu energía en el poder personal, siente cómo te sabes divino,
te sabes criatura de Dios en un cuerpo. Visualiza el color dorado en el plexo solar,
percibe cómo es más grande el valor que el miedo... Es más grande tu seguridad
que la duda de los demás... Es más grande tu intuición de saber
que hoy contactas con el Todo...


Siente el corazón latir... Es el corazón de la Tierra y es el corazón del Humano.
Visualiza el chakra del corazón cómo se abre... Siéntelo palpitar y siente cómo
tu canto se une con el Todo. Unifica el corazón del humano con tu canto...
Unifícate a ti mismo y sana todo aquello que el dolor que en ti existe.

Siente cómo la Gran Madre arrulla a los seres humanos que contienes en tu vientre,
cómo arrullas a la Tierra... Cómo vuelves tú a la Tierra al ritmo de expansión...
Pausa... Contracción... Pausa... Expansión.

Cómo estas ondas y esta vibración las emanas a los seres humanos que en ella
se encuentran, para que vuelvan a retomar su ritmo, a saberse quiénes son
en esencia y en conciencia.

Hay dolor, pero en este tiempo no tocarás el dolor porque es más grande el AMOR
que mora en ti. Les venimos a apoyar con vibraciones de Luz y Amor.
No es tocando el dolor de aquellos seres que en dolor se encuentran, como ayudarás,
sino es elevando tu vibración...
Y por añadidura se elevará la de los demás en Amor.

¡Ama, ser humano, y perdona! Como alguien hace tiempo, alguien que por amor
perdonó a aquellos quienes le lastimaron. De la misma forma perdona y emana
el perdón a esta Tierra. Es la vibración que ahora se necesita; mas para emanar,
primero acepta que vives la ira y el resentimiento. Entrégalo a ese ser poderoso
y deja que él lo disuelva, y tú solo perdona.. Perdónate a ti y perdona a tu hermano
y así vibra esta energía a la Tierra. Vuelve así a la frecuencia de arrullo a la Tierra,
a los seres humanos que en tu vientre se encuentran, ámales no importa cómo lo hagas,
Ámales... Son parte de ti, son tus hijos, son tu creación. Ámales, que es la fuerza del amor
que vence a la ira en esta Tierra.

Ama porque tienes amor, y si dudas que lo tienes, deja que Él ame a través de ti.
Entrégale tu corazón y siente como lo limpia, lo purifica, lo esculpe, llenándolo de amor,
ternura, sensibilidad. No te cierres a sentir, ya que es a través del corazón que el ser
contacta con su Cielo y cómo los espíritus contactan con la Tierra.

Recuerda, el corazón es el puente entre el espíritu y la materia. ÁBRETE SER HUMANO, AMA,
ÁMATE A TI MISMO y por ende AMA A TODOS aquellos que comparten contigo,
ama porque eres bendito.
Ábrete... Entrégate... Es el amor lo que hace falta en esta Tierra.

Sólo arrulla a tus hijos y devuélvelos a la misma vibración del Universo...
Arrulla sus corazones, y si no tuvieron suficiente amor de sus padres o del medio
que los rodeó... Hoy tú les emanas ese amor... Acaríciales su corazón... Purifícales su alma...
detén su mente que destrucción crea en este tiempo.

Que sea, pues, el corazón lo que domine en esta Tierra... ¡Basta ya de la razón! ...
No más razón... ¡Que el hombre se abra al amor más allá de la razón!...
¡Que el hombre bendiga estar en esta Tierra!

Que el SER HUMANO abrace tanto aquél que ama como aquél que no ama.
Ama aquello que en ti te disgusta... Ama tu sombra... Ama tu oscuridad...
No lo niegues... Ama aquello que te disgusta de los demás... Ama a los seres
que te desagradan... Ama.. Perdona...
Libera y vuelve al arrullo de la madre a los seres de esta Tierra.

Y en ese arrullo se eleven las almas de los seres humanos cuyos cuerpos
dejaron en esta Tierra... Que vuelvan a la conciencia divina... A saberse
que no solo son materia... Vuelvan a la luz a donde pertenecen.

Visualiza todos estos seres que dejaron sus cuerpos dirigiéndose a la Luz...
Desconectándose de sus seres queridos... Aceptando que ya no tienen un cuerpo...
Rompiendo los cordones con quien les une en esta Tierra...

Sabiendo que es tiempo de partir... De irse... Vuelen... Vuelen, y los seres
que están en esta Tierra les permiten partir en paz y luz.
Luz y amor en el corazón de aquel que vive en dolor porque alguien amado parte...
Porque deja este plano...

Luz y Amor a los seres que permanecen en este plano, para que encuentren otra
forma de comunicarse con los espíritus de sus seres amados más allá del cuerpo.

Visualiza a la Tierra envolviéndola en una energía dorada, así a todos los seres
humanos que en ella habitan. El dorado es el color de la conciencia divina.

Que los seres humanos que están en esta Tierra se sepan en conciencia divinos,
que no luchen , que no se agredan, porque en ello se agreden a ellos mismos.
Que se amen... Sagrada es la vida... Sagrada la existencia... Es un regalo divino...
Hoy la energía dorada bañe todas estas almas y la Tierra.
También tu cuerpo y tu conciencia.

Ves ahora la importancia de estar en este plano...
Sirves de puente entre el Cielo y la Tierra.
No dudes de lo que sucede en el externo, solo en ti sumérgete
y desde allí ama, empezando por tu cuerpo y empezando por ti mismo,
sea el amor pues, más grande que el dolor en esta Tierra...
En este tiempo... Para que reconozcas aquí tu lugar y ésta tu existencia.

Siente la energía en todo tu cuerpo, siente como tu centro es la Tierra y siente
como en él fluye la energía divina... Cómo se bombea sangre divina y recorre todo
tu cuerpo recordando que es divino... Lleva tus manos a cualquier parte de tu cuerpo
donde haya desarmonía y siente cómo fluye en él la energía. Siente la energía fluir
en ondas, en ciclos y reconoce en ti el poder de sanarte y unificarte.

Por último unifica tu cuerpo, con tu mente, tus emociones con tu espíritu y desde
este punto emana conciencia divina al corazón de los seres humanos en esta Tierra.

Meditación encontrada en Holística2000
Las fotografías son de NuriArt

sábado, 14 de junio de 2008

¿Se rompe el Mundo?


Cuando uno echa un vistazo a su alrededor, se asoma a los medios de comunicación para ver cómo marcha el Mundo, la sociedad, es para ponerse a temblar.

La convivencia se basa en relaciones personales que tienen en cuenta las necesidades de los demás, sus gustos, sus preferencias, sus sentimientos, su realidad en fin, y tratan de compaginarlas con las propias sin imponer ni exigir más de lo que uno mismo está dispuesto a conceder.

Muchas veces, como ahora mismo en que mi hija Rebeca me ha pedido que cambie de habitación para trastear con mi blog, -y no me apetece en absoluto- hay que hacer un esfuerzo para vencer la apatía, la inercia, la incomodidad de satisfacer los deseos de los demás, con los que convivimos. Casi siempre es muy sencillo de hacer y muy satisfactorio.

Cuando surgen problemas de convivencia, el primer impulso es responsabilizar a los otros. Y seguro que tienen su parte de responsabilidad. El error está en pretender corregir las irresponsabilidades de los otros sin haberlo hecho previamente con las propias.

Esto es aplicable a todos los ámbitos de la convivencia, desde la familiar a la mundial. Porque ahora vivimos en una inmensa aldea global, nos guste o no. Gracias a la Red, a Internet, nos podemos comunicar y relacionar con gente de cualquier lugar del mundo y en tiempo real. Incluso mirándole a la cara.

Y no. El mundo no se rompe. Ha estado así siempre. Lo que ocurre es que antes no lo veíamos. Nos lo contaban y sonaba muy lejano. Ahora tomamos más conciencia, o tal vez debería decir que podemos tomar más conciencia, del estado real de nuestro mundo. Y, aunque suena utópico, se puede arreglar. En nuestras manos está.



Arreglar al mundo


Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.

Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar; el científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.

Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: “como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamada calmadamente. "Papá, Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo". Al principio el Padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que a su edad, haya conseguido componer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.¿Cómo era posible?, Cómo el niño había sido capaz?

–“Hijito, tu no sabías cómo era el mundo, cómo lo lograste?”–“Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre. Así, que di vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era.”“Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”

Por Gabriel García Márquez

jueves, 12 de junio de 2008

Cuando caen las hojas, se ven los nidos


Esta es una frase que he escuchado desde niño en valenciano. En origen dice: "A la caiguda dels pàmpols, es veuen els nius". Viene a expresar que cuando llegan las dificultades es cuando se aprecian los verdaderos valores. También las deficiencias.

Me ha venido esta frase a la mente con motivo de la huelga de transportistas y pescadores que estos días se están llevando a cabo en España. Esta circunstancia está favoreciendo que afloren las debilidades humanas, los miedos, los egoísmos y las situaciones de pánico colectivo que conlleva la escasez de recursos, tanto de combustible como alimentarios.

Esa escasez está agravada por la actitud acaparadora de cierto número de personas que temen quedarse sin ellos, sin pararse a pensar que con su actitud provocan, precisamente lo que temen.

No pretendo, en esta entrada, juzgar o valorar las referidas huelgas. Son un derecho de todo trabajador, que casi siempre las usa como último recurso. Lo que ocurre es que son un arma de doble filo: es complicado distinguir dónde acaban mis derechos y dónde empiezan los de los demás. Porque, aunque se tenga toda la razón en una reivindicación, se tiene la libertad de secundarla o no, de apoyarla o no. Y nunca la violencia es un argumento justificado, aunque es una consecuencia lógica en momentos de tensión.

Lamentable es, pues, la muerte de personas durante estos actos reivindicativos. Muerte de la que todos, los huelguistas y los que no lo son, somos responsables.

Como lamentable es que, debido a que unos acaparan alimentos y combustible, otros se ven privados de ellos.

También, en momentos difíciles, salen a relucir los valores de ciertas personas, que derrochan generosidad y solidaridad sin límites. Espero que no se den las circunstancias propicias para que esos nidos destaquen con tanta claridad.

La imagen la he tomado del blog "elezvería ki evzíni"

lunes, 9 de junio de 2008

Degradación personal

No sabía cómo titular esta entrada.

El sábado estuvimos Rosa y yo visitando a su tía en la residencia donde está interna porque la familia no puede hacerse cargo de forma adecuada de ella. Hace ya tres años que está allí y nuestro corazón se encoge cada vez que vamos a verla. Es más, se encoge cada vez que pensamos en ir a verla. Sufre Alzheimer. O tal vez sea demencia senil, complicada con niveles altos de azúcar y otros desarreglos funcionales lo que la ha llevado al estado en que se encuentra actualmente.

El caso es que está en su silla de ruedas, toda encogida, deformada por la postura incorrecta en la que está durante tantas horas al día, al no poder mantenerse por sí sola.

No sé si habéis estado en una residencia alguna vez. Las personas que aún están en pleno uso de sus facultades mentales y psicológicas puede que sólo sufran de soledad familiar, aunque allí pueden hacer amigos. Pero en la tercera planta, donde están los discapacitados mentales y físicos el ambiente es muy triste y deplorable. Lo es sin conocer a los internos. Un cuarto de hora allí es para ponerse a llorar. Veinticinco o treinta personas con la mirad perdida o gritando sus letanías o quejándose o dormitando encogidas en sus sillas un día tras otro es para volverse loco.

Los que hemos conocido a Elvira sentimos que el alma se nos rompe al verla así... allí. Lo único que queremos es que pase pronto su agonía.

Pensando en ella, he encontrado este cuento.

El tazón de madera

El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.

Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.

La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso,derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.

Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.

De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo.

Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?"

Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para tí y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."

Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.

Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.

Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Seamos constructores sabios, y modelos a seguir. La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir. He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.

viernes, 6 de junio de 2008

La historia de Pepe


Mientras espero que la comida que ha preparado Rosa, mi mujer, esté el tiempo necesario en la olla rápida, y antes de irme al Instituto a terminar con el papeleo típico de las APAs en el fin de curso, voy a contar la historia de Pepe, que también es la de Paco, la de Toni, la de Pilar, la de Mila y la de tantas personas que, como Pepe, meditan su elección muchas veces al día.

Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir.

Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Era un Gerente único porque tenía varias camareras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las camareras seguían a Pepe era por su actitud. Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causó curiosidad. Así que un día fuí a buscar a PEPE y le pregunté: No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?...

Pepe respondió: "Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Pepe, tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor".

"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".

"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida".

Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.

"Sí lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida se basa en elecciones cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".

"Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o de mal humor".

"En resumen, TÚ ELIGES CÓMO VIVIR LA VIDA".

Reflexioné en lo que Pepe me dijo...

Poco tiempo después, dejé la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.

Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante; dejó la puerta de atras abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica.

Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.

Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió:

"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto.

Contestó: Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".

¿No sentiste miedo? le pregunté.

Pepe continuó: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión.

¿Qué hiciste? Pregunté.

"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: - Si, a las balas - Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".

Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud.

Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente; la ACTITUD, al final, lo es todo.

"La historia de Pepe" la he encontrado en la sección "cuentos" de "elrincondeluz.com.ar"
La fotografía es de "dalequedale.com"

miércoles, 28 de mayo de 2008

El valor de la Palabra


Estaba meditando sobre la conveniencia de insertar un nuevo artículo en este espacio que comparto con vosotros dándome cuenta de que no había de ser un artículo cualquiera, de relleno, sino algo que tuviera sentido, algo que mereciera la pena y que expresara mi forma de sentir y pensar con respecto a las relaciones interpersonales, a las base y los ritos comunicativos que ejercemos las personas.

La base de comunicación que empleamos es la palabra. Hay otras formas de comunicación que se basan en medios visuales o táctiles. Imágenes, colores, luces y sombras, sabores, caricias o golpes, etc.

Se suele decir que una imagen vale mil palabras. Pienso que no siempre es así. Cuando intentamos comunicar a los demás nuestra particular visión de las cosas, nuestras teorías sobre el mundo, la vida, la sociedad, lo justo y lo bello, necesitamos utilizar palabras además de imágenes.

Cuando necesitamos comunicarnos con alguien en particular, para expresarle nuestro afecto o nuestro desacuerdo, nuestro antagonismo o nuestra connivencia, tenemos que usar la palabra.

La palabra es, tal vez, el medio más directo de expresar, de transmitir, ideas y energías que pueden hacer mucho bien o mucho mal a quien las escucha. Tal es el poder y el valor de la Palabra.

El valor de las Palabras

"Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.

- "Lo que usted dice no tiene ningún valor"- lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio.

El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza: - "¡¡Cállate y siéntate, estúpido idiota!!".

Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo:

- "Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".

El señor se calmó y le dijo al maestro: - "Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".

El maestro le sonrió y le dijo: - "Perdone usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de las palabras, con unas pocas palabras le exalté y con otras pocas le calmé".

Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente. . .

Las palabras curan o hieren a una persona. Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.

Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.

Medita sabiamente para saber cuándo y cómo hay que comunicarse y cuándo el silencio es el mejor regalo para ti y para los que amas.

Eres sabio si sabes cuándo hablar y cuándo callar.

Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido, y habla sólo cuando estés en paz.

Recuerda que las palabras tienen poder y que el viento nunca se las lleva.

Las palabras encierran una energía que bien puede ser positiva o negativa. Recuerda: "Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca"


domingo, 30 de marzo de 2008

Y yo... ¿quién soy yo?


Si nos fijamos, cuando tenemos una idea, un deseo o una necesidad que ocupa el primer plano en nuestra mente, no cesan de aparecer en nuestro entorno referencias a lo que nos preocupa.

Puede ser un libro que llega a nosotros sin esperarlo, una noticia en prensa o televisión, un amigo que nos dice lo que necesitamos escuchar...

A mí me ocurre con frecuencia. Siempre he encontrado respuestas a lo que ocupaba mi mente, si me sereno y permanezco atento a lo que pasa a mi alrededor. Y ahora, que quiero dar un sentido más profundo a mi vida, me llegan ideas y formas de conseguir que mis deseos se cumplan. Y me llegan en forma de documentales como "the Secret", o libros como "el monje que vendió su Ferrari", o escritos como el que he encontrado navegando en la Red.

Os lo transmito, porque seguro que a alguien le vendrá bien este alimento para el alma.

Tu lugar en el mundo

Nadie en el mundo va a darte
tu lugar si tú no lo ocupas primero.
Al que elige con firmeza su papel,
nadie le dicta el libreto
ni le señala cuando debe entrar o salir;
sólo tú eres el director, guionista
y protagonista de tu historia.

No importa tanto en realidad
si eres un actor secundario
en la obra de otros;
lo esencial es que seas
el actor principal en la tuya,
y también el redactor de tu libreto.

Es irrelevante el tiempo asignado a tu papel, siempre
será el necesario
para tu participación;
pero cuida de no equivocarte de escenario:
el tuyo es aquél
en el que se juega tu suerte.
No la de otro,
por apasionantes que puedan parecer
los libretos ajenos.

Esto tiene que ver
con la elección consciente
de tu libertad en todos los niveles,
que te llevará siempre a negarte
a la aceptación de ese papel
que muchos asumen para descansar de sus obligaciones:
que es el de víctima.

Indaga profundamente en tu interior
cuál es tu si-no, cuáles son tus talentos, cuáles los
lenguajes con los que ansías expresarte, y luego
actúa.

No te limites a una sola forma de expresión, emprende
la aventura
de descubrir de cuántos modos
puedes llegar a los demás con tu mensaje.

Cada conducta es una forma de manifestación; no te
limites al desempeño
de un único papel en tu vida.

Cambia, amplía tu experiencia,
pruébate en cosas nuevas,
ensaya algo distinto,
en tu trabajo, en tus pasatiempos,
en la forma de vincularte con los demás,
en el modo de amar a Los que amas.

No permitas que el miedo, los prejuicios,
la moda, la rutina o la presión de los demás, aplaquen
esa potencia creadora que habita en tu interior.

Exprésate y no te justifiques,
no expliques, no argumentes.

Actúa, porque por cada uno
que critica en voz alta,
existen diez hermanos silenciosos
que crecen con tu ejemplo
y a quienes tu coraje impulsa
a buscar en sí mismos
la fuerza que te anima.

Existe una verdad en ti,
debe ser revelada y transformada en acción. Esa verdad
se refiere a tu esencia
y a las características peculiares
que te identifican.


Tomado del sitio: "holistica2000.com.ar/pensamientosant"

sábado, 15 de marzo de 2008

Pensamientos de otros

Aprendí y decidí

Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar;
decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas;
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución;
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis;
decidí ver cada noche como un misterio a resolver;
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas está la única y mejor forma de superarnos;
aquel día dejé de temer a perder.
Y costaba romper la costumbre, pero se pudo.

Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui;
me dejó de importar quién ganara o perdiera:
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento:
el amor es una filosofía de vida.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz
si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad;
desde aquel día ya no duermo para descansar:
ahora simplemente duermo para soñar.

R. Ripani