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miércoles, 13 de abril de 2011

¡INDIGNAOS! Un grito al oído del ser humano

Hace unos días, durante una agradable conversación en torno a la necesidad de recuperar valores básicos, la necesidad de proponer a los jóvenes objetivos de responsabilidad social, promover en ellos la responsabilidad y el inconformismo social y económico, un buen amigo me regaló un librito titulado ¡Indignaos!, escrito por Stéphane Hessel, un luchador por la dignidad humana.

Anque nacido en Berlín en 1917, se nacionalizó francés durante la Segunda Guerra, en la que formó parte de la Resistencia francesa. Fué detenido en varias ocasiones y condenado a muerte por los nazis, aunque siempre logró escapar. Tras la guerra, fué diplomático en las Naciones Unidas donde formó parte de la Comisión encargada de redactar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

Siempre ha sido una voz que ha clamado por mantener viva y fuerte la llama de la inconformidad, de la revolución, de la indignación ante las barbaridades y despropósitos que se cometen cada día, no sólo en pueblos tradicionalemente pobres y oprimidos, sino en el primer mundo donde, con la excusa de luchar contra la crisis financiera, se promueve una mayor distancia entre los muy ricos y los muy pobres.

En el libro, Hessel tiene una palabras para los jóvenes españoles:

Considero de especial relevancia que mi llamamiento a comprometerse, indignarse, resistir a aquello inaceptable, alcance a la joven generación de esa España que ha tenido tanto que afrontar y que es rica, hoy en día, en su diversidad cultural y lingüística. Le estoy muy agradecido al apoyo que ha dado a la causa palestina, que se muestra cada vez más partidaria de una resistencia no violenta. La inercia cómplice de una Unión Europea pusilánime va contra nuestros intereses a largo plazo y contra la paz a medio plazo. La España rebelde y valiente de siempre puede favorecer este impulso hacia una Europa cultural, fraternal, y no una Europa al servicio de una financiarización del mundo.

Stéphane Hessel tiene ya casi 94 años y en el librito hace un escueto resumen de sus ideas, de su motivación para la rebeldía: la indignación. El principal motivo para la revolución es la indignación. En los años cuarenta sentía indignación por el movimiento nazi. Más tarde se indignó por el totalitarismo soviético, por el deterioro del planeta, por las condiciones del pueblo palestino...

Para Hessel, la peor de las actitudes es la indiferencia, decir: "paso de todo, ya me las apaño". Finalmente, Hessel aboga por una insurrección pacífica, a la que considera como única alternativa que ofrece esperanza.

El libro cuenta también con un magnífico prólogo de José Luis Sampedro, que enriquece y complementa los motivos de indignación de Hessel.

Esta imagen la he tomado de la página de ANAÁN





viernes, 20 de febrero de 2009

Coeducación vs segregación

Estamos en una época histórica que será conocida por sus muchas convulsiones sociales, económicas y políticas, amén de religiosas, que reflejan el grado de desorientación que sufre y padece la humanidad actual.

En lo político, son cada día más frecuentes los casos de corrupción y de falta de ética que es asumida por sus protagonistas como algo implícito en sus funciones y cargos. Aunque sus actuaciones sean "legales", no se les nota angustia o desasosiego de que se sepa que han utilizado sus cargos para enriquecerse. Al contrario, se muestran ufanos. Éste es un blog sobre temas educativos, y no me gusta meterme en líos políticos, pero es innegable que la educación (o el Sistema Educativo) va de la mano de la política. Y depende de decisiones políticas el que esta educación sea o no de Calidad.

Ahora, en estos días, estamos asistiendo a un nuevo impulso por utilizar la educación como recurso para destabilizar a la sociedad, al mismo concepto de igualdad y de justicia social que impregna e inspira a nuestra Constitución: se pretende que segregar en las escuelas a los niños y las niñas en aulas diferentes y exclusivas es el mejor método de educar.

Nada más y nada menos. Evidententemente, esta idea es de clara inspiración fundamentalista y reaccionaria propia de corrientes poco democráticas y liberadoras de la realidad humana.

Se pretende que, separando a los niños y las niñas, se consiguen mejores resultados académicos. Y esta es la única baza que esgrimen los defensores de tan peregrina idea. Con ésto demuestran no tener ni idea de lo que significa EDUCACIÓN. Para estas personas, es lo mismo enseñanza que educación. Y es que, con toda probabilidad, fueron intridos en su tiempo, fueron "enseñados", fueron "adoctrinados" en esas mismas ideas que ahora defienden.

Y precisamente, educar significa todo lo contrario. Dar a las personas recursos para ser críticos con todo adoctrinamiento, para reconocer cuándo se está manipulando las voluntades de la sociedad con discursos y diatribas demagógicas, cuándo se está influyendo en la opinión pública con mensajes engañosos y subliminales. Dara la oportunidad de aprender a resolver las diferencias por medio de la comprensión de la realidad del "otro".

Los niños deben aprender a relacionarse con las niñas, y viceversa, a través de la educación y del juego común, de la interactuación natural y despojada de prejuicios y falsos dogmas sociales.

Y, si alguien desea una educación sexista y discriminatoria para sus hijos e hijas, que no pretenda que se lo pague una sociedad y un Estado democrático, que defiende la igualdad de derechos de todos, sean hombres o mujeres, niñas o niños. Que se lo costeen de sus propios bolsillos, que recaiga sobre ellos la responsabilidad de una educación tan injusta e irresponsable.

La imagen de la cabecera la he tomado de "Mil ojos desde Xiabre"




sábado, 13 de diciembre de 2008

El Proyecto ITER


Entre nuestras tareas dentro de la Federación de APAs "Gabriel Miró" de Alicante, está la de participar en todas las iniciativas que vayan encaminadas a resolver los múltiples problemas que afectan a nuestros jóvenes y a sus familias.

En este último trimestre del año 2008, hemos iniciado una colaboración con la Diputación de Alicante en un proyecto europeo en el que participan, por el momento cuatro países, España, Italia, Dinamarca y Rumanía. Este proyecto ITER está enmarcado dentro del Programa de Prevención y Lucha contra la Delincuencia 2007, de la Dirección General de Justicia, Libertad y Seguridad de la Comisión Europea.

Está enfocado a la investigación de causas, entornos y herramientas eficaces en la prevención de la delincuencia juvenil, con la participación de los cuerpos policiales, las fiscalías y jueces de temas juveniles, sociólogos, organizaciones de padres, y otros sectores que puedan aportar experiencias y matices para lograr una mayor sensibilización de la sociedad hacia las verderas causas de la delincuencia juvenil, y sus posibles remedios.

Me parece interesante que haya iniciativas a este nivel, aunque lo más interesante sería que no quedaran en meros esfuerzos para elaborar informes que luego no tengan trascendencia alguna en la sociedad ni en las pautas de conducta de los sectores que más influyen en los jóvenes, como son los medios de comunicación audiovisuales (la televisión es el más fuerte de ellos) que, con sus personajes de dudosa moralidad, lanzan mensajes que destruyen gran parte de los esfuerzos que realizamos los padres y los Centros Educativos por dar a los jóvenes unos valores fundados en el respeto a los demás y a la diversidad social, en la honestidad, y en la resolución pacífica de los conflictos.

En este sentido, deberían dedicarse más esfuerzos por lanzar mensajes educativos a la juventud utilizando los mismos medios que los maleducan. Y para ello hemos de ser todos conscientes de que, o formamos parte del problema o formamos parte de la solución.

No caben medias tintas.

sábado, 19 de julio de 2008

Manifiesto por la eutanasia

Leí el otro día una noticia en dos de los diarios más leidos de la provincia en los que se hacen eco de la propuesta del doctor Luis Montes, ex-jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, en Madrid, a través de un manifiesto, de comenzar un debate a nivel nacional, e incluso en el Congreso, sobre la conveniencia de legalizar el "suicidio asistido" y la eutanasia activa.

La eutanasia es un tema que va y vuelve en nuestra sociedad, producto de la inquietud de los colectivos que conviven diariamente con situaciones límite de dolor y desesperación donde las víctimas en tales circunstancias se encuentran imposibilitadas de llevar a cabo, por sí mismas lo que tanto desean: terminar con su situación desesperada, y sin esperanzas de mejora, en condiciones de dignidad y en compañia de sus familiares y amigos. Aunque los casos más extremos y delicados son los de aquellos pacientes que, por su estado de coma profundo, irreversible y vegetativo, son mantenidos con vida por medios artificiales, condenados a vivir una pre-muerte constante y sin posibilidad de manifestar su voluntad, que se presupone favorable a terminar de una vez con su situación. En esos casos, los familiares y profesionales se sienten incapaces, la mayoría de las veces, de asumir el peso de una decisión tan drástica y definitiva.

Y todo viene por un problema de cultura basada en dar la espalda a lo único cierto que tenemos en el mundo: vamos a morir, tenemos que morir, debemos morir. La vida es un derecho, no una imposición. Necesitamos perder el temor y la ansiedad ante un fenómeno tan misterioso y trascendente, que marca nuestra vida.

La situación actual puede que no sea la más adecuada para debatir problemáticas que no afectan a la mayoría de los ciudadanos, como ocurre con la economía, el paro o la seguridad. Pero aún así, es un debate que no debe demorarse por mucho más tiempo.

Podéis visitar la web de la Asociación Derecho a Morir Dignamente si queréis más información.