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martes, 12 de enero de 2010

Miep Gies, último testigo

Nos vamos quedando sin testigos directos de uno de los más famosos períodos horrendos de la Historia de la Humanidad.

Miep Gies, la mujer que se preocupó de que el diario de la niña Anna Frank no cayese en manos nazis y en el olvido, ha dejado de existir en esta nuestra realidad. Llegó a cumplir cien años, casi todos dedicados a dar testimonio directo de sus experiencias y vivencias durante la ocupación nazi de su Holanda natal.

El Diario de Ana Frank, que ella rescató del escondite donde estuvo la familia Frank durante dos años, es un testimonio interesante sobre las vivencias que va experimentando una niña de 14 años en un medio en el que se ve forzada a convivir con personas ajenas a su propia familia, hecho que conlleva un proceso de maduración personal más rápido y forzado que en situaciones normales de libertad.

Leí el libro cuando era adolescente y me pareció muy interesante. Sé que que hay gente interesada en que aparezca el famoso diario como un auténtico fraude, tratando de desprestigiar el diario y las vivencias en él descritos. Y hasta quieren poner en duda la autenticidad del propio Holocausto nazi. Yo creo que hay muchísimas más pruebas en favor de la autenticidad del diario, y desde luego, no cabe ninguna duda de que los nazis cometieron las inhumanas iniquidades que los supervivientes describen y muchas más que sólo los verdugos y sus víctimas supieron.

También estoy convencido de que en la actualidad siguen habiendo casos de iniquidades que pasan casi desapercibidas porque parece que no interesa destapar y publicar. Las personas somos muy susceptibles de someter la razón a las emociones, y actuar, en situaciones extremas, de una forma totalmente contraria a los fundamentos propios de la especie a la que pertenecemos. Por suerte, siempre hay personas que, en esas mismas situaciones extremas, sacan a relucir lo mejor de la especie humana.

¿Qué es lo que diferencia a unos y otros? La Educación recibida. Una educación basada en el respeto a todas las personas y a todo ser viviente del planeta, da como resultado un ser humano empático y capaz de rebelarse ante cualquier abuso y falta de respeto. Relatos como el de Ana Frank nos ayudan a comprender cuáles son los verdaderos valores de la Humanidad, y sería interesante usarlos en los comentarios de texto de las asignaturas de Literatura y Educación para la Cuidadanía.

martes, 10 de marzo de 2009

Pasión y apasionamiento

Pasión y apasionamiento tienen la misma raíz y significados correlativos. Pasión puede significar sufrimiento y también gran afición. Apasionar puede significar atormentar o afligir, y también aficionarse con exceso por algo o alguien.

Las personas apasionadas son propensas a sufrir y a causar sufrimiento. En el plano personal, el de los afectos, la gente apasionada se mueve entre dos extremos de gran apego y de gran rechazo, y suelen ser emocionalmente desequilibradas. En algunas ocasiones van del extremo de gran euforia a gran depresión, sin casi transición.

Las pasiones, los sentimientos desaforados, no sujetos a la razón, son causa de sufrimiento más que de alegría. Es una de las metas de la Educación el aprender y enseñar a gestionar los sentimientos y emociones para no ser esclavos de sus vaivenes, y no sufrir ni causar sufrimiento a los demás con sus altibajos.

Hoy, igual que antes, es necesario comprender esto y ponerlo en práctica. Cada día vemos ejemplos de este fenómeno, sobre todo en la política y en la religión. Toda esta reflexión que ahora estoy haciendo viene a cuento de lo que está pasando en mi ciudad, en Ibi, a raíz de la tormenta política desatada tras el desencuentro de dos personas del mismo grupo parlamentario con responsabilidades de gobierno en el Ayuntamiento.


Es una pena que, por el apasionamiento, se olvide el principal objetivo de la política, se olvide la responsabilidad de los elegidos por el pueblo para con el mismo pueblo, y se dejen llevar por la incultura y el apasionamiento de quienes creen que estamos en una batalla de patio de colegio. "Yo sé más", "yo puedo más".

¿Y aún dudan de la necesidad de asignaturas específicas para la "Educación para la Ciudadanía"?

miércoles, 28 de enero de 2009

Amanece, que no es poco

Por fín, el Tribunal Supremo ha dictado sentencia sobre la asignatura "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos".

Ha costado, porque el tema estaba enredado con ideologías y con tendencias políticas de las que no están exentos los que debían resolver. Pero por un clarísimo 22 a 7 se ha resuelto el caso.

Me alegro, aunque sé que no ha terminado todavía este "víacrucis" al que la derecha española, capitaneada por la Iglesia Católica, por sus pastores más bien, está sufriendo una asignatura que tan sólo pretende inculcar en los futuros ciudadanos los valores democráticos y los derechos humanos que son la base de toda sociedad democrática y libre y que, a estas alturas, deberían estar claros para todo el mundo.

Ahora queda por resolver qué pasará con los alumnos que, habiendo objetado sus padres, no han cursado la asignatura el pasado curso y el actual, amparados por sentencias ahora revocadas.

Sea como sea, el culebrón está lejos de terminar. Ríanse ustedes de los seriales latinos.

El resto del mundo debe estar muerto de la risa, ¿no les parece?

martes, 27 de enero de 2009

EpC, una sentencia que no llega


Ayer todos nos quedamos esperando la sentencia del Tribunal Supremo sobre la objeción de conciencia en la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos que han planteado algunos ciudadanos y que fué admitida por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, y sin embargo rechazada por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Ahora resulta que el tema no es tan sencillo de fallar debido a que el argumento que se esgrime, y que es el único que ha sido puesto como límite por los estamentos judiciales europeos, es el del adoctrinamiento.

Los jueces, que son personas y por lo tanto dejan de ser objetivos en temas que tocan a las propias convicciones, tienen ahora que resolver sobre cuestiones tan delicadas como el derecho de los padres a que sus hijos no sean adoctrinados en la escuela (cosa que ha ocurrido durante cuarenta años sin que nadie tuviese derecho a la objeción) y sin embargo no se dice nada del adoctrinamiento que sufrimos todos a través de los medios de comunicación estatales y privados, por poner un ejemplo.

Dudo mucho que este tema encuentre una solución que satisfaga a todos. La Iglesia Católica, principal impulsora de la objeción a causa de su evidente pérdida de control sobre la moralidad de la nación, tiene mucha fuerza todavía en las mentes y los corazones de los timoratos y los crédulos que confían en los criterios ajenos más que en el razonamiento propio. Claro que, es normal. Fueron en su día adoctrinados en las escuelas y en los púlpitos. No saben otro tipo de razonamiento y, además, les da miedo sólo pensarlo.


Así es que volvemos a la situación, que ahora nos parece ridícula e incomprensible, de la Edad Media, en la que la razón y la inteligencia eran puestas en duda ante la "fé" de los que esgrimen el miedo como razón única.

Yo he estudiado el tema de la asignatura en cuestión, he elaborado informes y charlas sobre el tema y no he encontrado ningún motivo por el que temer un adoctrinamiento mayor que el que pueda ejercer un maestro de inglés o de matemáticas. Y, aunque se diera el caso que ocurriese, no sería por culpa de la materia en cuestión, sino que sería responsabilidad de quien la imparte. Y sería a ese profesional en cuestión al que habría que pedir esa responsabilidad. Para eso está el control paterno de lo que se imparte en el centro escolar. Y ese control se realiza en casa hablando con los hijos. También a través de los Consejos Escolares y a través de las AMPAs.

No es necesaria ninguna objeción. Hace falta más participación. Y más valentía para vencer prejuicios y yugos ideológicos.

sábado, 27 de diciembre de 2008

El dichoso Inglés


Estamos a tiempo de reflexionar sobre el hecho de que nuestros alumnos se han pasado siete u ocho años estudiando Inglés y no son capaces de sostener una conversación básica y fluida, sobre temas mundanos, en ese idioma.

¿Qué es lo que ha pasado? ¿Es que son pocas horas lectivas las dedicadas durante todos esos años? ¿No será que se sigue un procedimiento inadecuado? ¿A quién beneficia esa forma de enseñar, basada en libros y en fichas gramaticales?

Cuando nuestros hijos aprenden el castellano o el valenciano, ¿cómo lo hacen? ¿Comienzan a estudiar vocabulario, verbos, reglas gramaticales, nombres de colores, pronunciación de vocales y consonantes...? Nada de eso. Simplemente se dedican a hablar, mal al principio, como es natural, pero en poco tiempo hablan y siguen conversaciones aun sin saber nada de reglas y de tiempos verbales. Eso viene después.

Ahora hay mucho revuelo en torno al "trilingüismo", y me temo que no se está planteando el problema de forma coherente y racional. Desde luego hacen falta más maestros en infantil con capacitación para enseñar Inglés. Pero lo que más falta hace es una revisión sobre la metodología a seguir para conseguir que los niños lo hablen con soltura al cabo de cinco o seis años.

Está claro que no se aprende lo que no se practica, y para practicar un idioma hay que hablarlo desde el principio.

Nosotros, los padres y madres, tal vez no seamos profesionales de la enseñanza, pero es nuestra responsabilidad procurar a nuestros hijos la mejor enseñanza posible. Somos los usuarios de un servicio que es deficiente en sus resultados. Rara es la familia que no necesite dedicar recursos a reforzar la enseñanza del inglés a sus hijos. Eso no es una buena señal. Eso no debería ser necesario. Y es nuestra responsabilidad exigir a los responsables de diseñar y dirigir nuestro Sistema Educativo mejores resultados, un servicio de mejor calidad.

Exijamos, pues, cosas coherentes, y que no nos deslumbren con milongas de recursos e inversiones y estancias pagadas en el extranjero como la panacea para prepararse mejor como profesores de inglés, que no cuela.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Frenazo a la idiotez


He titulado esta entrada así "frenazo a la idiotez", cuando en realidad tendría que haber dicho "frenazo a la imbecilidad", puesto que idiotez sugiere un trastorno mental como enfermedad, y el concepto de imbecilidad se ajusta más a lo que yo quiero expresar: alelamiento, escasez de razón, perturbación del sentido...

De esta dolencia no se cura uno de la noche a la mañana, y me temo que en nuestra Consellería de Educación y en la Presidencia de la Comunidad adolecen muchos, que no todos, de ella.

De momento, gracias a la presión de la sociedad, de todos los ámbitos de la sociedad, incluso de algunos afines al gobierno de la Comunidad, se ha podido frenar la sinrazón de impartir una materia, una asignatura, en un idioma que muchos conocen, pero pocos dominan. Y es que una cosa es saber los colores, algunos verbos, algunas definiciones de frases hechas, conceptos gramaticales y demás tecnicismos de un idioma, y otra muy diferente dominarlo al extremo de manejar conceptos ideológicos que resultan complicados hasta para los expertos.

Pero es que esto era sólo una pequeña parte del problema que llevan generando estos señores desde que asumieron el poder en nuestra Comunidad. Mucho se ha hablado sobre ello y no voy a extenderme sobre ello. Pero sí que quiero indicar que no van a dejar sus imbecilidades así porque sí. Sólo mediante una participación eficiente y efectiva de toda la sociedad se hará realidad lo que queremos.

Y lo que queremos no es sólo que los profesores tengan mejor y mayor preparación. Queremos que el Sistema educativo y las infraestructuras físicas y de personal cualificado mejoren sustancialmente. Y en eso tenemos mucho que decir los padres y madres.

Veremos si, en esas negociaciones que va a haber antes del 15 de febrero es escuchada nuestra voz, si nos dejan hablar y dejan que se nos escuche, los compañeros sindicales. Veremos.

La imagen la he encontrado en Puerto-de-escape

sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Es sordera o es soberbia?


Cuando un Gobierno oye pero no escucha, ¿qué es? ¿Sordera o soberbia? A lo peor es idiotez. Ya no sabe uno qué pensar.

Toda la sociedad valenciana, y no me refiero a la de la ciudad de Valencia, que puede que estén contentos con los gobiernos que tienen, que tanto les favorecen, sino a la sociedad de la Comunidad Valenciana, que ve con estupor, rabia y sensación de abandono cómo los gobernantes no escuchan el clamor creciente que pedía y ahora exige que cambie el rumbo que está llevando en el tema educativo.

La desorganización, el caos, la creciente improvisación, el gasto supérfluo, ha llevado el descontento a toda la sociedad. Y la gran idea de dar la asignatura de EpC en inglés ha sido la gota que colmaba el vaso.

No hay mal que por bien no venga, porque ahora al menos hay una gran voz que grita lo mismo, "¡Cambia el rumbo o vete!"

Como esto no es la primera vez que ocurre, temo que luego, pase lo que pase, se vayan o cambien el rumbo, cada uno de los sectores que ahora unen su grito, sean incapaces de olvidar sus propias conveniencias y traten de arrimar el ascua a su propia sardina.

Pero de momento espero que, o el gobierno escuche y atienda, o bien que se vayan.

Ja n'hi ha prou!

sábado, 25 de octubre de 2008

En malas manos


Es lo que me parece a mí. Estamos en malas manos. Los que nos gobiernan demuestran ser burros (o sea, que no tienen ni idea de lo que están haciendo) o abyectos (que sí que saben qué están haciendo y lo hacen a sabiendas del daño que causan a los demás.)

Esta es una bitácora cuya temática gira en torno a la Educación. Eso abarca, a mi modo de ver, la enseñanza de temas académicos y la instrucción en temas sociales y personales.

Desde el punto de vista de los políticos del Partido Popular, la Educación es sólo un negocio. Un negocio al que no pueden echar mano como no sea privatizándolo o, al menos favoreciendo con sus órdenes, resoluciones, decretos y presupuestos al sector en el que sí que pueden participar desde el punto de vista de las ganancias: los Colegios concertados, las Universidades privadas, la concertación del Bachillerato, etc. Y en esta intencionalidad cuentan con un aliado que aún tiene cierto peso en nuestra sociedad: la Iglesia, a través de la Conferencia Episcopal.

Durante estos dos últimos años hemos contemplado los esfuerzos que realizaba el President de la Generalitat por favorecer de forma descarada los intereses de la Universidad Católica de Valencia, fomentando la homologación de su facultad de medicina sin conseguirlo.

Tal vez, por eso, ahora pretende el Sr. Camps recortar el presupuesto de las Universidades, para ver si ahogándolas un poco más consigue que florezcan las privadas.

En lo tocante a la situación de la Escuela Pública, que tanto revuelo está teniendo a causa del pequeño detalle de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos impartida en inglés por profesores que no dominan el inglés y para unos alumnos que apenas construyen un puñado de frases aprendidas de memoria, con las debidas excepciones, este pequeño detalle no es sino la punta de iceberg de los verdederos problemas de los que adolece el Sistema Educativo valenciano.

Y yo, que soy padre de familia, con hijos en edad escolar, veo que los que representan a los sectores implicados en la Educación, olvidan en muchos casos a los verdaderamente afectados, los alumnos y alumnas, cuyos únicos y legítimos defensores son sus padres y madres. Y muchas veces nosotros, los padres y madres, dejándonos llevar por los cantos de sirenas de los sindicatos de profesionales de la enseñanza, nos olvidamos de que representamos los intereses de nuestros hijos e hijas, para ir a defender los intereses de unos profesionales que, por temor a las represalias de sus jefes, no son capaces de manifestar sus reivindicaciones (muchas veces insolidarias, todo hay que decirlo) si no tienen como colchón al colectivo de padres enardecido.

Entiendo que lo que mueve ahora a la masa a manifestarse tiene un fundamento: la sinrazón de una asignatura mal planteada, y las amenazas de sanciones a los insurrectos. Pero ese problema no es el peor de los problemas que está sufriendo la comunidad educativa sino que son otros que los sufren los verdaderos "clientes" del servicio educativo: los niños y jóvenes que se están formando ahora.

En toda esta revuelta, se corre el riesgo de estar apoyando reivindicaciones que luego nos pesarán como una losa a los padres y a los alumnos: jornadas reducidas, masificación de aulas, recortes en presupuestos para especialistas de integración, recortes en la democratización de la Educación, nombramiento autoritario de Directores y responsables, recortes en la participación de los padres y tutores en el proceso educativo y curricular de nuestros hijos y tutelados, etc.

Ha de ser la sociedad la que demande a los políticos un pacto en el que intervengan todos los implicados en el proceso educativo: la administración, los profesionales y los "clientes", que algo tendrán que decir en cuanto a la Calidad del servicio que reciben, digo yo.

Es un esfuerzo de todos, pero me temo que no hay suficiente sensatez ni madurez en esta nuestra sociedad ni en sus reflejos -los políticos- para que este pacto se pueda dar en los próximos años. Y eso será dramático para todos. De eso dependerá el futuro de nuestra civilización.

Aunque no pasa nada. Ha habido muchas civilizaciones. Ésta nuestra es una más. Vendrán otras.

La imagen la he tomado de FranciscoPonce

domingo, 5 de octubre de 2008

Educación valenciana: diagnóstico


El pasado viernes, 3 de octubre, asistí a una mesa-coloquio sobre la situación de la Educación en la Comunidad Valenciana que se celebró en el salón de actos del Club Información a las siete de la tarde.

El salón estaba lleno en un 75% de su aforo, lo que llamó negativamente la atención del representante de la asociación de inspectores de educación (ADIDE), Vicente Díaz. Este dato viene a confirmar que la sociedad y los implicados en Educación, no están todavía muy concienciados de la gravedad de la situación del Sistema educativo valenciano.

Como podéis leer en la noticia del diario Información, en la mesa estaban los representantes de todos los sectores implicados en Educación menos la Administración.

En sus intervenciones, unas más afortunadas que otras, los participantes pusieron en evidencia el grave estado de salud -casi comatoso- que luce nuestro sistema educativo: no hay una verdadera planificación de la enseñanza de inglés, al no haberse dotado, contrariamente a lo que dicta la ley, profesorado especialista para infantil en esa lengua. Así es que dificilmente se puede aspirar a una educación basada en el trilingüismo tan ponderado de forma engañosa y demagógica por la Consellería.

En todos los Colegios e Institutos de la Comunidad hacen falta apoyo a los alunmos con necesidades educativas especiales, es decir, alumnos que tienen alguna discapacidad y que necesitan apoyo especifico. Estos alumnos son los grandes olvidados por la administración, son despreciados por ella.

Todos los centros educativos de la Comunidad, y de forma especial los de la provincia de Alicante, tienen la mitad de su plantilla o más en condiciones de precariedad laboral. O sea que más del 50% de los maestros y profesores no tiene segura la continuidad en el centro el curso siguiente, con lo que los planes y proyectos educativos que desarrollan los centros se encuentran casi en todos los casos en fase inicial, partiendo cada año de cero, cada curso con renovación de, al menos, la mitad de la plantilla. Todos somos conscientes, menos la Consellería, de la importancia de la continuidad de los profesores en niños de Primaria. También en Secundaria, alumnos y profesores deben adaptarse cada curso a la novedad de empezar de cero, unos con un profesor/a desconocido/a, y los docentes deben adaptarse a un nuevo centro de trabajo cada año. Eso no aumenta la Calidad de la Educación.

La tasa de fracaso escolar, que se refiere a los alumnos y alumnas que abandonan el sistema educativo a la edad legal (16 años) sin haber terminado la ESO (Educación Secundaria Obligatoria), es cada año mayor. En la actualidad sobrepasa ya el 40%, y eso es mucho. Para rebajar esa tasa, las decisiones que están tomando en Consellería no son las más adecuadas para favorecer un ambiente que estimule a los jóvenes a permanecer y esforzarse en su formación.

Por no hablar de las deficiencias de infraestructuras en muchísimos centros.

Lo más grave de todo el cuadro de diagnóstico es que parece que los dirigentes políticos de la Generalitat han tomado a Educación como el arma arrojadiza para enfrentarse al gobierno del Estado y mostrarse en franca rebeldía. Debido a esto, caen en lo grotesco al dictar normas que, como la Educación para la Ciudadanía en inglés, convierten el sistema educativo en un avispero excitado, cuyas víctimas son siempre y en primer lugar los niños y niñas, los alumnos/as, nuestros hijos.

Hace falta un revulsivo. Y no hay tiempo para esperar a unas elecciones de dudoso resultado. Ahora la pelota está en el tejado de los docentes. Son ellos los que tienen que tomar medidas. Medidas que siempre perjudicarán a los usuarios de sus servicios. Esperemos que esos perjuicios sean los mínimos. Esperemos que no triunfen los extremismos y que el sentido común y la cordura, junto con la valentía, inpiren a los que deben tomar decisiones. Todos los esfuerzos tendrían que ir encaminados a conseguir un gran pacto de Estado en materia educativa que dejara a salvo de vaivenes políticos el Sistema Educativo español y de cada Comunidad.

Un primer paso sería retirar la orden de Epc en inglés. Y no sería una claudicación, sino una demostración de cordura y servicio público: toda la sociedad lo demanda.

¿Qué opináis vosotros?

jueves, 2 de octubre de 2008

Educación para la Ciudadanía: la gota que colma el vaso


Ya estoy un poco cansado de todo el barullo y el ruido que están montando con el tema de EpC. No sé en qué terminará todo esto, pero me temo que no será nada bueno y que hay unas víctimas seguras: los alumnos y alumnas, nuestros hijos.

Y no es que vayan a sufrir grandes traumas por si lo dan en inglés o no: Los jóvenes, más que los adultos, son capaces de adaptarse a todo, y al final lo que les interesa es aprobar. Y es ahí donde tal vez les duela, porque en toda esta discusión entre docentes y administración -en la que pretenden que metamos baza los padres a favor de unos y otros- los contendientes se están olvidando de los usuarios del servicio que dispensan. Un servicio que está bajando su calidad de forma alarmante.

En realidad, la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, (que así es como se titula), con ser una asignatura europea, es decir, que se imparte en toda Europa, y siendo una asignatura que pretende educar en civismo y en fundamentos democráticos, lo que la convierte en muy importante, tanto o más que las matemáticas o la lengua, se ha convertido -antes de nacer- en una asignatura de las llamadas "maria"; es decir: poco importante, sin trascendencia, de bulto. Menos, incluso que la religión.

Sin embargo, como en toda crisis, en este momento se evidencia la gran dolencia que aqueja a nuestro sistema de gobierno, a nuestros gobernantes y a la sociedad en general: la suficiente claridad de ideas como para distinguir que hay temas, entre ellos la Educación, que tenían que estar fuera de toda discusión política partidista. En que un gran pacto y consenso es básico para construir un Estado fuerte y capaz de afrontar los retos que se nos están echando encima. Y estoy hablando de retos que habrá que afrontar dentro de cuarenta o cincuenta años, como la superpoblación, la falta de recursos energéticos, la falta de alimentos y agua, etc.

Los que tengan que afrontar esos retos y decidir desde los puestos de poder y decisión habrán de ser personas cabales, de buen criterio, bien formados, educados en un sistema estable donde no haya cambios radicales cada dos o tres años, dependiendo del gobernante de turno. No es que la asignatura de marras sea la ideal para este propósito, o la única, o que no hay otra forma de impartirla, pero no me negaréis que en este mar tormentoso en que se ha convertido la Educación española es muy difícil llegar a buen puerto.

Hago un llamamiento a todos los agentes que participan en Educación para que no sean apasionados, para que no se encastillen en sus propias posturas, para que comprendan que es vergonzoso utilizar la educación como arma política o reivindicativa. Se supone que todos queremos lo mejor para todos y no para unos pocos del propio bando. ¿O no?

lunes, 29 de septiembre de 2008

El miedo: nuestro primer enemigo


En todas las facetas de la actividad humana, disfrutar de verdadera libertad es la más difícil.

Y cuando alguien trata de ejercer el derecho de actuar con libertad y según sus principios éticos y morales, amparados por la Ley, no siempre lo tiene facil.

Leo con mucha pena y con mucha admiración, el artículo que aparece este domingo 28 de Septiembre en la edición digital del periódico Información, de Alicante.

En él se entrevista a Cristina Manrique, profesora de inglés dle Instituto Altaia, de Altea, que se niega a participar en la payasada de traducir la asignatura de Educación para la Ciudadanía -EpC-, en la que se ha empeñado el gobierno del PP en la Comunidad Valenciana.

Y lo hace a pesar del miedo que tiene a la amenaza de una sanción de empleo y sueldo que le ha lanzado su inspector de zona.

Esta profesora espera que sus compañeros de profesión la apoyen, no sólo de palabra sino secundándola en su plante a la Consellería.

Pero el miedo es un recurso libre y cada uno toma el que quiere. A todo el mundo le parece una barbaridad lo de EpC, pero nadie parece dispuesto a arriesgar nada para solucionarlo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Aún quedan valientes...


Leo en la prensa de Alicante que dos Institutos, el IES Altaia y el IES Bellaguarda, de Altea, han decidido tras reunirse sus respectivos claustros, y por unanimidad, Dar la asignatura de Educación para la Ciudadanía en Castellano o Valenciano, y no en Inglés, como ordena la Consellería.

Tras leer la noticia, me alegra comprobar que aún quedan valientes por esas tierras luchadoras y reivindicativas del Norte de Alicante.

Igual cunde el ejemplo, y entre todos ponemos fin a tanta gilipollez.

Por su parte, el Conseller volvió a amenazar con la represión si no se acatan sus órdenes.

¡Vaya un culebrón!

viernes, 5 de septiembre de 2008

Curso nuevo... barbaridades nuevas


Yo pensaba -créanme- que ya no era posible hacer las cosas de peor manera. Pero no contaba con la astucia de los que nos "mandan" en la Comunidad Valenciana.

Sí que estaba seguro que la asignaturita (porque no ha quedado en otra cosa) de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, esa de la que tanto abominan la Iglesia Católica y sus correligionarios políticos -¡tanto la temen!-, iba a dar mucho que hablar en el primer año de su implantación en los Institutos valencianos. Pero pensaba que todo giraría en torno a las posibles y teóricas objeciones de conciencia de algunos padres y madres temerosos.

Pues no, resulta que, para que nadie crea que en esta tierra no somos imaginativos, a la Consellería no se le ocurre otra cosa que instruir una circular interna para los Institutos en la que se les informa de que en las clases de EpC, además del profesor de Filosofía e Historia encargado de su desarrollo, habrá un profesor de inglés que se encargará de la traducción simultánea de dicha clase.

Sí, sí. ¡No se rían! Que esto es muy serio. La noticia ha caído como una bomba en los Centros, ya que habían establecido sus horarios lectivos en base a la Orden que estipulaba las dos opciones para dar la asignatura, y que fué suspendida por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad.

Todo esto no facilita que mejore el nivel de la tasa de fracaso escolar que sitúa a nuestra Comunidad a la cabeza de España en este tema.

Una nueva comprobación de que la sinrazón se ha revestido de poder.

¡Apañados estamos!

miércoles, 16 de julio de 2008

Construir desde el tejado


En la Comunidad Valenciana somos pioneros por excelencia. Lo llevamos en la sangre. Lo hemos demostrado en multitud de actividades y sectores, tanto a nivel industrial como lúdico y cultural. Y somos innovadores.

Tanto es así que ahora, inflamada por un arranque de ese espíritu innovador y pionero, nuestra Consellería (in)competente en materia de Educación se propone incrementar las competencias en Inglés de los ciudadanos del futuro próximo de nuestra Comunidad dejando a los más pequeños, los niños de los últimos años de Infantil, sin profesores especialistas en inglés ya que prefiere hacer el esfuerzo económico en dotar de especialistas en ese idioma para impartir la asignatura "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos" durante ¡una hora! a la semana en 2º de la ESO.

Esto de comenzar la casa por el tejado es una idea utópica que ha estado en la mente de los más grandes necios de la Historia y que hasta ahora aún no había podido llevarse a cabo. Bien, ahora sí que podemos hinchar el pecho ante los demás paises y comunidades del mundo. ¡Lo hemos logrado! Gracias a esta iniciativa, nuestros estudiantes alcanzarán un nivel de inglés nunca antes soñado.

¡Así se hace!

miércoles, 9 de julio de 2008

Una de cal y una de arena


Esa es una fórmula que parece que no pasa de moda. En estos momentos en los que parece que la situación económica se precipita en caída libre (no sólo lo parece, ¿verdad?), hay otros asuntos que también nos interesan porque son importantes cara al futuro de nuestra sociedad.

Bueno, el caso es que ayer anunciaba la Secretaria Autonómica de Educación de nuestra Comunidad Valenciana que no se va a dar oportunidad a establecer la Jornada Continuada en los Colegios Públicos al menos durante esta legislatura. Razones, todas las que las organizaciones de madres y padres de alumnos hemos esgrimido durante más de un año y medio ante las presiones de los sindicatos para establecer un horario laboral que sólo a ellos les convenía.

Esa es la de cal. La Consellería alguna vez da en el clavo.


La de arena es la noticia de que, a pesar de que miles de estudiantes de 2º de ESO han solicitado estudiar la asignatura de Educación para la Ciudadanía en castellano o valenciano, la Secretaria Autonómica ha anunciado que los considerará insumisos si persisten en no acatar la Orden de Consellería para estudiarla en inglés.

El caso es que no es que sea una idea descabellada en sí misma estudiar alguna materia en inglés. Lo que ocurre es que el nivel de inglés que ostentan los alumnos y los profesores capacitados para dar la asignatura deja mucho que desear. No es serio realizar una actividad tan importante como una asignatura en lengua distinta a las nativas sin una planificación y preparación adecuada.

Podemos alegrarnos si no se cambia el horario escolar, aunque digan los sindicatos que eso no es más que una cortina humo para distrer la atención sobre el conflicto de EpC.

domingo, 29 de junio de 2008

Fin de etapa. Toca valorar


Terminaron los exámenes, comenzó el período de matriculación para el próximo curso y los que debatimos y bregamos en el tema educativo tenemos la sensación de que la Educación, pública o concertada, está en situación de deriva, de pérdida de dirección, o en todo caso, se dirige a un puerto de adoctrinamiento tendencioso a pautas de intransigencia, de individualismo extremo, de insolidaridad, de normas dictadas a salto de mata, de improvisación nefasta o, acaso, calculada.

Los árboles no nos dejan ver el bosque y temas de importancia secundaria (lo que no quiere decir que no sean importantes), ocultan el verdadero mal que aqueja al sistema educativo español, y más concretamente al valenciano.

Y este mal no es otro que la falta de consenso, de acuerdo, de unificación de criterios entre los colectivos implicados en el hecho educativo. Las personas que dirigen los partidos políticos no demuestran tener madurez política ni democrática. Piensan que la sociedad, los ciudadanos, no están maduros ni preparados para decidir o llegar a acuerdos en las cosas verdaderamente importantes, o tal vez sí lo crean y no les conviene para sus intereses personales que lleguen a esos acuerdos, y tratan de soliviantar y atemorizar a la población con males y demonios que sólo existen en su imaginación.

Por su parte, la Iglesia Católica, sus representantes legales, se esfuerzan en no perder la exclusividad en el derecho a adoctrinar a la gente, sus potenciales súbditos y fieles sin los cuales se hunde el negocio. La teoría satánica ya casi nadie se la traga y ahora echan mano del demonio del adoctrinamiento político e ideológico, algo que no es menester que se dé en las escuelas ya que los medios de comunicación llevan años haciéndolo y nadie se rasga las vestiduras ni pone el grito en el cielo. Incluso las aulas son utilizadas para este fín por aquéllos que temen que otros de ideas distintas hagan lo propio.

Yo, como padre, considero que ofenden, o por lo menos lo intentan, mi inteligencia los que tratan de convencerme del peligro de ese adoctrinamiento. He sido educado con la asignatura "Formación del Espíritu Nacional" de la época franquista, como todos los de mi generación y las siguientes hasta la democracia, y creo que no sirvió más que para darme cuenta de las idioteces que trataban de inculcarme, tanto en lo político como en lo religioso.

Admitir que en la escuela se puede adoctrinar a mis hijos es admitir que delego en otros mis responsabilidades como padre, y que no mantengo comunicación con mis hijos ni con el Colegio al que asisten. Y eso sí que es grave. Lo que ocurre es que las personas tenemos una tendencia a creer que lo que se dice mucho y muy alto y fuerte, se corresponde con la realidad, que es cierto.

Y no sólo son los partidos políticos o la Iglesia los que pretenden utilizar la demagogia para conseguir sus propósitos. También los Sindicatos de enseñantes tratan de hacer lo propio par lograr sus metas laborales. A costa de una pérdida de la Calidad educativa. Se nos olvida que en Educación coexisten dos tipos de jornadas: la jornada laboral, que afecta a los maestros y profesores, los enseñantes,los trabajadores de la enseñanza; y la jornada lectiva que afecta a los alumnos y a sus padres y tutores. Tratar de juntar las dos jornadas, de considerarlas de igual forma, es una paradoja. Es juntar churras con merinas. Reducir la jornada lectiva para que la jornada laboral sea menor, es una falta de respeto y seriedad para con los educandos, los alumnos, los clientes de un servicio que, para conseguir un mínimo de Calidad, son los primeros a los que hay que satisfacer. Recortar la jornada lectiva perjudica la Calidad educativa. Hay medios para conseguir menos jornada laboral y más jornada lectiva.

Y no puedo terminar mi valoración sin hacer referencia a la falta de recursos que, de forma endémica, afecta a las infraestructuras y a la dotación humana en la Educación de la Comunidad Valenciana. Los gestores de los recursos públicos no durarían un semestre en cualquier corporación privada. Las mayores inversiones son para los sectores en los que ellos, personalmente, pueden sacar beneficios. La Educación, la Sanidad, la Cultura, son servicios y bienes que no pueden suprimir, pero lo intentan, pretenden privatizarlos. Los recursos públicos son para obras faraónicas que sirvan para alimentar sus egos y sus bolsillos.

No todo van a ser cosas malas. También ha habido buenas, pero todas ellas tienen relación con el esfuerzo de los padres y los buenos profesionales de la Educación en proporcionar habilidades y recursos a los futuros ciudadanos del mundo. Ejemplo de ello tenemos en todos los Colegios y poblaciones. Pero, por fortuna, aún no son noticia.

miércoles, 25 de junio de 2008

Boicotear al que boicotea


Dicen que robar a un ladrón tiene cien años de perdón. Tal vez pase lo mismo con quien boicotea a un boicoteador.

Lo que está pasando en algunas comunidades autónomas de España con relación a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos es un claro boicot hacia una Ley Orgánica, aprobada por las Cortes Españolas, y una falta de respeto hacia las Instituciones más sagradas en una nación democrática: el Parlamento y el Senado. Lo chocante y paradójico es que sean otras Instituciones las que cometan tal boicot.

Así es que no es de extrañar que haya quien salga en defensa del sentido común usando las mismas armas y argumentos que los boicoteadores usan en su enfrentamiento con el máximo órgano legislativo.

La iniciativa de un Instituto de Secundaria de boicotear la normativa de la Consellería con respecto a el idioma curricular de la citada asignatura y de impartirla en su versión tradicional -es decir, desestimando la "opción B"-, nos puede sorprender en un primer instante, pero no resulta más descabellada que la propia resolución de la Consellería que la regula.

Puede que esta iniciativa sea secundada por otros Centros educativos o no. De hecho, hace falta una especie de golpe en la mesa para que vuelva el sentido común a los que deciden el futuro de toda la Sociedad a través del Sistema Educativo.

¿Será alguien capaz de dar ese golpe?

La imagen la he tomado del blog "La pizarra de tizas"